Mark Donohue y su récord de velocidad con un Porsche 917/30 Spyder

Mark Donohue y su récord de velocidad con un Porsche 917/30 Spyder
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Corría el día 9 de agosto de 1975. El piloto Mark Donohue tenía un objetivo fijado en su cabeza, batir el récord de velocidad en un circuito cerrado, que estaba hasta entonces fijado en 217,854 millas por hora (350,60 km/h). El lugar donde lo iba a intentar era el óvalo de Talladega, en Alabama. El coche, un Porsche 917/30 Spyder.

Talladega con sus 2,66 millas (4,28 km) de largo y curvas peraltadas de 33 grados con una altura de hasta cinco pisos, parece el sitio perfecto para lograrlo. Pero para ello hay que domar los cinco litros, doce cilindros y más de 1.400 caballos del Porsche 917/30 Spyder, un coche que descansaba en el museo tras haber arrasado en 1973 en las CanAm-Serie de una forma tan exagerada que obligó a la organización a cambiar el reglamento. Pero el coche se había reinventado.

El día amanecía con un bochorno inaguantable. La amenaza de tormenta se palpaba en el ambiente, ya que esas nubes de condensación que se veían en el horizonte podrían descargar en cualquier momento. Aun así Donohue no se planteó en ningún momento desistir en su intento. Tenía el Porsche 917/30 Spyder preparado para batir el récord.

Mark Donohue

Al coche, después de abandonar el CanAm, le habían hecho algunas modificaciones en la aerodinámica y el tren de rodaje para adaptarlo a su nuevo cometido. Es una máquina infernal, que impresiona nada más verlo. Donohue sale a pista para el primer intento y consigue ya unas nada despreciables 195 millas por hora (313 km/h) en el primer intento, y 217 (349 km/h) en el segundo.

Entonces, se pone a llover. Una lluvia fina riega la recta opuesta del circuito, pero para sopresa de todos los presentes, Donohue no cesa en su empeño y sigue exprimiendo al máximo los 1.400 caballos de potencia de su Porsche de carreras. Es entonces cuando se consigue lo que todos esperaban, marcan 221,120 millas (355,860 km/h). El récord estaba conseguido.

La parte trágica de esta historia, es que Mark Donohue no pudo disfrutar demasiado de su récord. Solo 10 días después de conseguirlo, el piloto fallecía tras un accidente durante los entrenamientos del Gran Premio de Austria en Zeltweg.

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