Poco más de cuatro meses ha durado el último plan de ayudas al impulso de la adquisición de motocicletas eléctricas, ciclomotores eléctricos y bicicletas de pedaleo asistido puesto en marcha por el gobierno central el pasado tres de marzo bajo la denominación Plan Pima Aire 3.
A pesar de que esta vez se habían reservado 500.000 euros de forma exclusiva para las motos y las bicicletas eléctricas, de forma que no pasara lo mismo que con el anterior Plan Pima Aire 2, que apenas estuvo vigente un mes debido a que las ayudas las agotaron el resto de los vehículos que podían acceder a las ayudas, esta cantidad se ha comprobado que es insuficiente para cubrir, al menos, una temporada de ventas.
En pleno verano, aún sin acabar el mes de julio, justo la época en la que más motos de todo tipo se venden, es incomprensible que los fondos se agoten y los comerciantes tengan de nuevo que estar ajustando precios, perdiendo dinero, o perdiendo ventas, por una mala planificación del gobierno.
Tampoco es justo el sistema de reserva de ayudas, que puede llevar, como ya lo ha hecho en ocasiones anteriores, a que buena parte de ese dinero se quede sin asignar y se pierda, por no haberse confirmado la venta en los 120 días que se establecen para aportar la documentación de la matriculación del vehículo. De hecho, a fecha de hoy mismo, como se puede ver en la imagen, de los 500.000 euros asignados por el gobierno a este plan todavía quedan 327.000 euros comprometidos, frente a tan solo 172.000 gastados, lo cual puede llevar a dejar una gran parte sin asignar.
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