Con más de dos semanas de adelanto sobre la fecha inicialmente prevista para su estreno, el BMW i3 se presenta al mundo como un subcompacto eléctrico que hereda el trabajo que viene realizando la firma bávara desde 2007 con su proyecto i. Un proyecto en el que BMW engloba a "vehículos y servicios de movilidad proyectados hacia el futuro, de carácter selecto y concebidos de manera consecuente con el fin de cumplir el criterio de sostenibilidad".
Concebido desde un primer momento como eléctrico, el BMW i3 cuenta con una potencia de 125 kW (equivalentes a 170 CV) y un par motor de 250 Nm, para una masa en orden de marcha de 1.195 kg. Carga el 80 % de sus baterías en menos de 30 minutos (eso sí, con 50 kW) y en ocho horas si lo enchufamos a una conexión doméstica. Su autonomía en ciclo homologado es de 190 km.
Aspecto exterior
Con una longitud de 3.999 mm y una distancia entre ejes de 2.570, su radio de giro es de 9,86 metros. El BMW i3 es un coche concebido para el uso urbano, y por eso no debe extrañarnos su elevada compacidad, que es una de las características principales de cualquier vehículo que deba manejarse en entornos de tráfico denso.
Su carácter de coche eléctrico ha permitido obtener mayor espacio interior en unas dimensiones exteriores reducidas, pero la contrapartida estética se encuentra en unas formas poco habituales en la marca. Un frontal muy elevado, un pilar A dotado de una cierta verticalidad, y una verticalidad aún mayor en la zaga ponen en un compromiso la deportividad que arrogan al i3 los chicos de BMW.
En los laterales, destacan las ruedas de dimensiones 155/70 R 19, con neumáticos específicos y unas llantas de 19 pulgadas que resultan un 36 % más ligeras que las de acero. Y es que uno de los factores clave del BMW i3 ha sido la reducción de masa en los más mínimos detalles, siguiendo los principios de la llamada arquitectura LifeDrive, además de una distribución del peso entre ejes.
Motorización y dinámica del BMW i3
El motor eléctrico síncrono híbrido del BMW i3, que lleva su par al tren trasero, ha sido diseñado específicamente para este modelo. Tiene una masa de sólo 50 kg, y su entrega de potencia, con ese pico de 125 kW o 170 CV, es lineal hasta altas revoluciones, cuando altas revoluciones significa llegar hasta las 11.400 rpm.
Tras la necesaria dosificación de la entrega de par, el BMW i3 acelera de 0 a 100 en 7,2 segundos, y de 0 a 60 km/h en 3,7 segundos. En cuanto a las recuperaciones, pasa de 80 a 120 km/h en apenas 4,9 segundos. Su velocidad máxima se ha limitado a 150 km/h.
Para alimentar el motor, el i3 utiliza un acumulador de alto voltaje compuesto por ocho módulos, cada uno de ellos con 12 células individuales. En total generan una tensión nominal de 360 V y una energía de aproximadamente 22 kWh. Su masa es de 230 kg, un ejemplo del trabajo de balanceo entre la capacidad de carga y las contraprestaciones dinámicas.
Sí, podrían haberlo equipado con una batería mayor, pero eso habría sumado masa suspendida al conjunto. En detalles como el uso de un módulo de fundición inyectada y reforzado con fibra de carbono o en la reducción del cableado conectando directamente la electrónica funcional con el motor se aprecian algunos de los esfuerzos realizados para que el BMW i3 pese lo menos posible.
Volviendo al tema principal, explican en BMW que el diseño de la batería se ha llevado a cabo de manera que dure "el ciclo de vida completo del coche". Eso, traducido al compromiso que da la garantía de la marca, supone hablar de ocho años o 100.000 kilómetros.
Su consumo es de 0,13 kWh/km según el nuevo ciclo europeo de pruebas NEDC. En cifras de autonomía en un uso real, la marca habla de 130 a 160 km en modo Confort, aunque las cifras según ciclo UE en ese mismo modo sean de 190 km, de hasta 200 km en modo Eco Pro+ y de aproximadamente 300 km en modo Confort con Range Extender.
El Range Extender es un prolongador de autonomía (como su propio nombre indica) que se adquiere de forma opcional y que consiste en un motor de dos cilindros, 650 cc y 34 CV que se activa, según sea necesario, para cargar la batería. No quita espacio en el maletero, y el depósito de gasolina que utiliza para abastecerse, de 9 litros, queda alojado en la parte delantera del vehículo.
Equipamiento del BMW i3
En el terreno del equipamiento, cabe hablar de los sistemas de seguridad activa comunes a otros modelos de la marca, como el control de estabilidad DSC, el modo de control dinámico de la tracción DTC, la asistencia de frenado en curvas CBC, el control dinámico de los frenos DBC, la preparación de la activación de los frenos, el asistente para reanudaciones en pendientes, la compensación del efecto fading y la función de secado intermitente de pastillas y discos.
La idea de esta vertiente del equipamiento es que con el BMW i3 se pueda jugar de forma razonable, pero sin problemas. Y la otra vertiente está volcada en la naturaleza eléctrica del BMW i3. Así, el sistema BMW ConnectedDrive se centra sobre la navegación y la gestión de la energía para controlar en todo momento el estado de la batería.
Además, el sistema 360º Electric comprende cuatro columnas sobre las que gestionar la movilidad del vehículo: recarga en casa con la estación Wallbox, recarga en estaciones públicas con la tarjeta ChargeNow, aseguramiento de la movilidad con el préstamo de coches de motor térmico y un servicio de asistencia que cubre las necesidades específicas del i3, como la recarga rápida de la batería en carretera.
