Hace unos días un comentario que leí en un artículo me hizo revisar varios datos con respecto a las emisiones de CO₂ de los coches eléctricos, de las que ya habíamos hablado en alguna otra ocasión a lo largo del tiempo que Motorpasión Futuro lleva con vosotros.
Lo cierto es que un coche eléctrico es de cero emisiones locales, pues no tiene tubo de escape ni "echa humo" allí donde se usa, pero no se puede decir que sea de cero emisiones globales, pues la electricidad que consume para moverse se genera de algún modo lo cual sí tiene más o menos emisiones.
Hablemos de la electricidad en España
Por tanto las emisiones finales de un coche eléctrico, y por ende de cualquier vehículo eléctrico en general (moto eléctrica, bici eléctrica, autobús eléctrico), dependen del sistema eléctrico del país que se considere, a razón de cómo genera "su" electricidad.
Es decir, que la cosa cambia si se usa más o menos carbón, si hay más o menos centrales nucleares, si se consume más o menos gas natural o si hay más o menos renovables (eólica, solar, hidráulica, etc).
Más allá de hablar a nivel mundial, o a nivel Europeo, conocazmos en detalle qué le sucede a la electricidad que tenemos en España, y que será la que al fin y al cabo tú y yo tendremos que usar sí o sí.
Y aquí de nuevo hay que tener presente que de un año para otro la situación puede cambiar, ya que por un motivo u otro, puede ser por la meteorología (que llueva más o menos, por ejemplo, lo cual afecta a la energía hidráulica), o por una decisión política (de fomentar, incentivar o subvencionar más o menos tal o cual fuente de energía), la cantidad de energía eléctrica generada con una u otra tecnología cambia.
El operador del sistema eléctrico español, Red Eléctrica de España (REE), contabiliza exactamente cuánta electricidad hemos generado con tal o cual sistema, y año a año se da detallada cuenta de los números de nuestro sistema eléctrico.
En España en el 2012 el sistema eléctrico vió reducida la demanda nacional de electricidad en un 1,4% con respecto al año anterior (es decir, se consumió menos), y aún así aumentó la producción un 1,1%, electricidad que fue destinada a exportar.
Un año más (es así desde el 2005) el saldo neto final es exportador (es decir, en España se genera más electricidad de la que consumimos, y la vendemos a nuestros países vecinos).
Y los números también explican qué fuentes de energía han generado la electricidad en España. En 2012 en el sistema peninsular la energía nuclear generó el 22% de la electricidad y las energías renovables en conjunto casi el 32%. De entre las renovables destaca la eólica, pues ella sola genera ya el 18% de la electricidad.
La hidráulica ha bajado un poco con respecto a otros años, y está ligeramente por debajo del 8%, ya que el año pasado no fue tan lluvioso. La energía solar, ya sea fotovoltaica, ya sea termoeléctrica, supone ya algo más del 4%.
Con carbón se ha generado el 19% de la energía eléctrica que consumimos en España, y ha vuelto a subir con respecto al año anterior. Y con ciclos combinados de gas natural se ha generado el 14%. La cogeneración y otras tecnologías minoritarias completan el sistema, siendo casi ínfimo el aporte del fuel.
Esto es lo que se conoce como mix energético. Pues bien, teniendo en cuenta las emisiones de CO₂ de cada tecnología, y teniendo en cuenta qué porcentaje del total de energía eléctrica anual le corresponde a cada una, se tiene el factor de emisiones de CO₂ por kWh. En 2012 fue de 297 g/kWh (con un total de 80 millones de toneladas de CO₂ en el año).
Así que con eso se puede saber cuánto CO₂ emite un coche eléctrico. Tomemos como ejemplo el Renault ZOE. Su consumo mixto homologado según directiva europea es de 14,6 kWh/100 km. Eso significa que tendría unas emisiones de CO₂ de 43,4 g/km.
¿Y eso es mucho o poco? Pues bien, pensemos en un coche similar, por tamaño y prestaciones, diésel y para no incurrir en comparaciones delicadas, pensemos en la misma marca. Podemos tomar como ejemplo un Renault Clio IV Energy dCi de 90 CV con stop-start. Tiene un consumo mixto homologado de 3,5 l/100 km y unas emisiones de CO₂ de 90 g/km.
Podemos ver claramente como el coche eléctrico emite menos CO₂.
Incluso considerando las pérdidas, ya sea por el transporte y distribución de la electricidad, que en España no superan el 10%, y las pérdidas durante la recarga lenta de la batería en una instalación doméstica, que pueden ser de hasta un 20%, tendríamos un consumo "empeorado" a 19 kWh/100 km (+30%), y eso implicaría unas emisiones de CO₂ de 56,4 g/km.
Pero claro, si consideramos la generación de la energía electricidad, y hasta las pérdidas, para ser justos también habría que considerar entonces las emisiones del pozo a la rueda del utilitario diésel con el que lo comparamos, pues también hay que transportar petróleo, refinarlo, y llevar el gasóleo hasta la estación de servicio.
Así hay que incrementar en 300 g/l las emisiones de CO₂ del diésel. Es decir, que si consume 3,5 l/100 km, tendríamos 1.050 g más, lo que equivale a 10,5 g más por km. Es decir, que el utilitario diésel tendría unas emisiones de CO₂ de 100,5 g/km. De nuevo el eléctrico sigue generando menos emisiones de dióxido de carbono.
Cuanto más carbón, peor
Vemos como en España, con un sistema eléctrico con un mix muy repartido, donde además hay bastantes renovables, las emisiones de un coche eléctrico son muy bajas. Y cuantas más renovables o nuclear, más bajas serían aún. Ahora bien, en países que generen electricidad usando demasiado carbón la cosa cambia.
De hecho aquí mismo en España la generación de electricidad con carbón ha aumentado en los dos últimos años. En el año 2010 tuvimos un máximo de generación con renovables, alrededor del 35%, y un mínimo de generación con carbón, solo un 7%. Aquel año el sistema eléctrico español registró también un mínimo de emisiones de CO₂ con tan solo 212 g/kWh (58 millones de toneladas de CO₂ en total en el año).
Con el mix energético de 2010, y ese factor de emisiones, un coche eléctrico como el Renault ZOE emitiría menos aún, solo 31 g/km (o bien 40,3 g/km en el caso "empeorado" que antes expliqué).
En 2011 y en 2012 las emisiones de CO₂ del sistema eléctrico español subieron porque subió la generación de electricidad con centrales térmicas de carbón. Y esta es la tecnología con peor tasa de emisión de CO₂ de todas: 950 g/kWh.
En 2011 el carbón generó el 15% de la electricidad que consumimos, y en 2012 el 19%, pero no se hizo por necesidad, a cambio se redujo la generación de electricidad en ciclos combinados de gas natural. Ha sido principalmente por eso que las emisiones por kWh han subido de 212 g a 297 g.
Por cierto, habría que recordar también que al emitir más CO₂ hay que pagar más millones en concepto de tasas de emisión (y esto son varios cientos de millones de euros al año).
Lo cierto es que desde un punto de vista de emisiones, de CO₂, pero también de partículas y óxidos de nitrógeno y azufre, el ciclo combinado de gas natural es mucho más interesante, por sus menores emisiones. De hecho entre los combustibles fósiles podemos decir que es el más limpio (comparado con carbón, fuel, etc). Su factor de emisiones de CO₂ es de 370 g/kWh, 2,6 veces menos que el carbón.
Un último apunte, la mayor parte del carbón que se consume en España para generar electricidad viene del exterior, por tener un precio más competitivo que el nacional, que a día de hoy requiere de recibir ayudas y subvenciones para su sostenibilidad.
Esperamos que después de este artículo quede un poco más claro este asunto de las emisiones de los coches eléctricos, no tan inmediato como las emisiones de los coches con motor de combustión.
Más información | Red Eléctrica de España (Informes anuales) En Motorpasión Futuro | Hablemos de eficiencia: coche de combustión vs coche eléctrico, ¿Qué emite más CO₂, gasolina o diésel?
