El incendio de un Tesla Model S hace que la firma de Silicon Valley caiga un 6,2 % en bolsa

El incendio de un Tesla Model S hace que la firma de Silicon Valley caiga un 6,2 % en bolsa
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Se ha armado un buen revuelo con el incendio del Tesla Model S. Cualquier incidente que pueda ocasionar daños a los ocupantes de los aún novedosos coches eléctricos suscita todo tipo de controversia sobre la seguridad. Así ocurrió con el culebrón del Chevrolet Volt y con el doble culebrón del Fisker Karma (uno y dos). Si hay motivo o no para la desconfianza, eso es algo que el tiempo ayudará a clarificar.

Una pista: en ninguno de los tres casos referidos arriba se puede hablar de peligrosidad del coche en el momento de un impacto. La historia varía ahora, cuando se ha producido el incendio de un Tesla Model S tras chocar con un objeto metálico que había en la calzada. También varía por las consecuencias: tras salir ayer a la luz las fotos y el vídeo del suceso, las acciones de Tesla cayeron un 6,2 % en la bolsa.

Se trata de la mayor caída sufrida por Tesla en la bolsa de Nueva York desde el pasado 16 de julio. De hecho, desde que arrancó el año la automovilística de Silicon Valley se ha revaluado un 470 %. No es que la pérdida ocasionada ayer vaya a hundir a la empresa, pero debe de doler. Y sí, algo hace que recordemos el camino de Fisker, cuyos sinsabores con los incendios no hicieron sino complicarle aún más una existencia que ya era difícil por sí misma.

Si nos ceñimos al vídeo que muestra el Tesla Model S en llamas, desde luego no es un plato de buen gusto para nadie. Un incendio de dos horas y media es un mal escaparate para una tecnología incipiente (bueno, que tiene más de un siglo, pero ya nos entendemos). En Tesla lo han visto claro, y este es el comunicado que han emitido:

Ayer, un Model S colisionó con un gran objeto metálico que había en medio de la carretera, causando importantes daños en el vehículo. El sistema de alerta del coche detectó un problema y pidió al conductor que se detuviera de forma segura, y así lo hizo este. Nadie resultó herido, y el único ocupante tuvo tiempo suficiente para salir del vehículo y llamar a las autoridades. Posteriormente, un incendio provocado por el daño sustancial sufrido durante la colisión se mantuvo en la parte delantera del Model S gracias al diseño y la construcción del vehículo y la batería. Todo apunta a que el fuego nunca entró en el habitáculo. El incendio fue extinguido por los bomberos.

Aunque en Tesla reconozcan que el choque está en el origen del problema, también resaltan que la batería va alojada bajo el suelo del habitáculo y separada de este, que utiliza tecnología similar a la de las baterías de los móviles y los ordenadores portátiles, y que las empresas que se dedican a los eléctricos están particularmente sensibilizados con los riesgos de fuego asociados a las baterías. El caso del Chevrolet Volt y también el del avión Boeing 787, que se incendió por un fuego de origen eléctrico cuando estaba en fase de prototipo y realizaba vuelos de prueba, les han dejado marca.

Ahora, la cuestión está en saber si habrá una reacción por parte de los compradores de este --por otra parte-- exclusivo (caro) coche o si, por el contrario, se asumirá que esto forma parte de los riesgos de la conducción. Al menos, el Tesla Model S es capaz de avisar sobre cuándo es mejor abandonar el vehículo y llamar a los bomberos. Hay bichos rodantes por la carretera que ni siquiera avisan antes de descontrolarse... o de sufrir una combustión espontánea.

Vía | El Economista, Phys, Autoblog Green Vídeo | Aj Gill En Motorpasión | Prueba Tesla Model S En Motorpasión Futuro | SAE quiere marcar con grandes señales a híbridos y eléctricos para evitar problemas en caso de accidentes

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