Hace tiempo, a comienzos de 2013, sabíamos que Toyota y BMW iniciaban una alianza relacionada con el coche de pila de combustible de hidrógeno, tecnología por la que el fabricante nipón tanto está apostando. El plan de ambos parece ejecutarse con precisión, y si decían que en 2015 veríamos al prototipo, así lo han cumplido.
Este ha iniciado una fase de pruebas que promete no ser breve con un BMW Serie 5 Gran Turismo como cobaya en sus experimentos con el hidrógeno. El prototipo se dejó ver en el circuito de Miramas (Francia) la semana pasada.
Según uno de los jefes de desarrollo de BMW, Matthias Klietz, la tecnología de BMW con el hidrógeno ha alcanzado un punto de madurez técnica, y podrá tener salida al mercado poco después de 2020, lo que por otra parte ya habían indicado hace dos años. El plan es tener una solución basada en la pila de combustible entre 2025 y 2030, período en el que esperan que el hidrógeno tenga una presencia muy importante en la industria de la automoción.
Las características en cuanto a autonomía del prototipo de BMW paracen asemejarse a la tencología del Toyota Mirai, ya a la venta en Japón, con algo más de 500 kilómetros de autonomía con un depósito en el que el hidrógeno viaja a una presión de 700 Mpa. BMW también ha desvelado el dato de potencia del prototipo, siendo esta 180 kW o 245 CV.
El fabricante se une así a una lista todavía limitad de frabicantes que quieren adelantarse con el hidrógeno y que ven su introducción como una posibilidad muy real, lejos de los sectores más críticos que acusan a la pila de combustible de ser una tecnología todavía muy inmadura en varios ámbitos y comparada con otras alternativas como para pensar ya en su introducción.
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