No es "sencillo" ser un amante de la movilidad eléctrica capaz de permitirse casi cualquier coche movido únicamente por electrones en Rusia. En este caso, don dinero no todo lo puede, hay cuestiones como las relaciones internacionales que han dificultado (y seguirán haciéndolo) que el fabricante más prometedor de vehículos eléctricos, Tesla Motors, tenga presencia en un país como Rusia.
Es un mercado muy vasto, que podría situarse al mismo nivel de proyección de China para Tesla, y que no obstante, tras los últimos movidos años de Rusia con el conflicto en Ucrania y las consecuencias económicas, no es una prioridad para el fabricante. Eso no quiere decir que no haya pocos Tesla lovers allí.
El portal Automotive News Europe nos desvela que algunos rusos adinerados llevan tiempo dirigiéndose a Tesla pidiéndole que amplíe sus horizontes más allá del río Dnieper, bajo el argumento que Tesla no tendría complicado superar las 2.000 unidades vendidas al año en Rusia. Lo hacen más allá de su capacidad económica, como verdaderos fans. Hay que tener en cuenta que el Tesla Model S tiene un precio superior a los 175.000 euros, consecuencias de los gastos arancelarios.
Algunos rusos también se plantean como opción acercarse a Helsinki a por su Tesla. Desde luego lo van a tener complicado, porque no es solo cuestión de las complicadas relaciones internacionales tras la crisis de Ucrania, también los negocios aeroespaciales de Elon Musk lo alejan de los rusos y de ver algún episodio de RuзуaPaзуФи™ que implique a uno de sus coches.
Imagen | Sergey Rodovnichenko (CC) en Flickr
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