Cuando uno ve esta clase de historia piensa, hay gente con suerte, y es que después de casi un año como premio en uno de los casinos de Las Vegas, por fin uno de los millones de visitantes se ha llevado el premio, nada menos que un Tesla Roadster de 100.000 euros por jugar a una máquina tragaperras.
Un deportivo eléctrico a cambio de una moneda, no es mala renta para alguien que seguramente no sabría ni que estaba apostando por llevarse uno de los coches más exclusivos y modernos del mercado.
En el siguiente vídeo podemos ver el complejo proceso de transporte del Tesla hasta su lugar en lo alto de un expositor, un recorrido lleno de anécdotas donde apreciamos a un tenso conductor consciente de su responsabilidad, aunque por lo menos, ni el humo ni el ruido le ha molestado durante su breve, pero intenso paseo por el interior del casino.
Ahora queda por saber como están las baterías después de un año aparcado, ya que en lugar de un precioso biplaza eléctrico, si nadie se ha preocupado de darle algo de carga, la señora Cobb podría llevarse un carísimo y exclusivo pisapapeles, eléctrico eso si.
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