Tesla Model S, ¿qué podemos esperar del coche eléctrico más deseado?

Tesla Model S, ¿qué podemos esperar del coche eléctrico más deseado?
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El Tesla Model S es probablemente el coche eléctrico más deseado del momento, tanto como para que su fabricante venda todo lo que es capaz de producir, y más. Ahora desembarca en Europa y llega el momento de pararnos a pensar qué podemos esperar de esta berlina premium eléctrica.

Al hablar de este modelo no estamos hablando de cualquier coche. Estamos hablando del coche eléctrico a la venta con más autonomía del mundo: 500 km por ciclo de carga completo, en homologación europea NEDC, gracias a su paquete de baterías de iones de litio de Panasonic colocadas bajo el suelo del habitáculo.

Y tampoco podemos olvidar que no estamos hablando de un modelo que se haya tenido que limitar a un presupuesto ajustado, comprometiendo ciertos aspectos a cambio de poder tener un precio de compra lo más asequible posible. El Tesla Model S es un coche de lujo para quien se puede permitir gastarse bastante dinero en un automóvil.

Tesla Model S rojo en carretera de perfil

Por tanto este coche eléctrico norteamericano no aspira a ser un coche correcto que cumpla su función con dignidad, sino que aspira a rozar la excelencia, para aquellos conductores que no se conforman con menos. Hay que tener presente que en Europa, y en concreto en España, con el 21% de IVA, se vende desde 72.600 euros hasta algo más de 120.000 euros si optamos por la versión más potente y mejor equipada.

En ese rango de precios no podemos compararlo con modelos de marcas generalistas, sino con modelos de marcas premium y de lujo, como Audi, BMW, Jaguar, Lexus, Mercedes-Benz, Porsche o Volvo, entre otras.

Con ese precio, en este segmento de coches, teniendo todo esto en cuenta, lo primero que uno debería esperar es que el coche no defraudará, ya que por 100.000 euros no debería haber coche malo (si se me permite la expresión).

Tesla Model S rojo 85

Refinado, suave y potente como pocos

Hemos probado ya diversos modelos de coches eléctricos en Motorpasión Futuro, y desde el utilitario más modesto hay algo común en todos ellos: un coche eléctrico, gracias a su motor y a la ausencia de cambio de marchas, tiene un funcionamiento muy refinado, muy suave y muy silencioso, desde luego mucho más que un modelo similar comparable.

Pensando en un coche de las características del Tesla Model S, esto debería ser tanto más notable, pues a la comodidad y refinamiento de una berlina de segmento E, que ya se busca roce un alto nivel, se añade el motor eléctrico, por lo que deberíamos esperar tener una suavidad y silencio difícilmente igualables.

Tesla Model S Signature rojo

Y otro aspecto común en los coches eléctricos es que gracias a la forma de entregar la potencia, y sobre todo el par motor, prácticamente desde un régimen cero de giro, responden con alegría y voluntariosa entrega, y dan la sensación de tener más potencia de la que realmente tienen, sobre todo cuando uno acelera desde parado hasta velocidades medias.

Si esto sucede con un coche de 88 CV como el Renault ZOE, o con uno de 109 CV como el Nissan LEAF, de potencia modesta, pero cuya respuesta resulta muy agradable, ¿qué no sucederá con un coche eléctrico con 422 CV y 600 Nm?. El Tesla Model S 85 Performance, el más potente, acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 4,4 segundos.

Esa aceleración es muy contundente y es más propia de un coche deportivo o un gran turismo, que de una berlina para salir a pasear. Es la acelaración de un Porsche Panamera GTS de 440 CV (un coche de 140.000 euros), o casi la misma que la de un BMW M5 de 560 CV (un coche de 120.000 euros). Así que lo que podemos esperar del Tesla Model S es que sea muy rápido.

Tesla Model S interior en color crema

Una nueva forma de conducir casi sin botones

Algo revolucionario en el Tesla Model S es su casi total ausencia de botones en el puesto de conducción para controlar las principales funciones y equipos del coche, pues salvo por los mandos al volante, o los pulsadores de los elevalunas, no hay interruptores de luces, no hay botones del equipo de sonido o del navegador GPS, tampoco hay mandos del climatizador, ni para abrir el techo de vidrio.

Todas estas funciones se han integrado en una pantalla táctil a color gigante de 17 pulgadas colocada en vertical en la consola central y que destaca a primera vista. Controlar todas las funciones desde una única pantalla, como quien maneja un tablet, es algo que se había propuesto en prototipos y concept cars, pero que así, a este nivel, y en un coche ya a la venta, solo vemos en el Tesla Model S.

Habrá que ver en la práctica si esta forma de interactuar con el coche mientras conducimos es útil, y si puede suponer más distracción al volante o bien uno se acostumbra a ello. Los diferentes movimientos de distintos fabricantes apuntan que poco a poco se irán introduciendo cada vez más pantallas táctiles en los salpicaderos de los coches.

Tesla Model S gris oscuro frontal

Sin miedo a quedarse sin autonomía

Del mismo modo que el consumo de gasolina o gasóleo homologado de un coche de motor de combustión sirve como referencia, pero no suele coincidir con el consumo real, lo mismo le pasa a un coche eléctrico con su autonomía.

Como ya dijimos el Tesla Model S homologa 500 km de autonomía en Europa, unas 2,5 veces la autonomía homologada por los coches eléctricos más convencionales que hemos conocido hasta el momento. Y aunque la autonomía real sea menor, dependiendo de las condiciones de uso, de la velocidad, y de otros gastos energéticos como por ejemplo el aire acondicionado, sigue habiendo un margen amplio.

Aunque la autonomía en la práctica al circular por autopista se pudiera ver reducida a 400 o incluso a 350 km, creemos que sigue siendo una cantidad de kilómetros que permite no tener miedo a quedarse sin autonomía, y conducir sin preocuparse demasiado de mirar el contador de autonomía restante cada poco.

Tesla Model S trasera

Teniendo en cuenta que el Tesla Model S tiene un coeficiente de resistencia aerodinámica de solo 0,24, francamente bueno, es razonable esperar que circular por autopista a velocidades legales, y yendo "a punta de gas", pues al coche le sobra potencia, no debería tampoco disparar el consumo, ni ver mermada en exceso su autonomía.

Siendo así es también razonable pensar que este coche eléctrico es el primero que permite hacer viajes en coche, aunque quizás todavía no demasiado largos (pensemos en ese rango de los 350 km).

El pequeño problema por ahora, al menos en España, es la falta de infraestructura de recarga ultra-rápida (la de los supercargadores) lo cual no nos permitirá hacer viajes más largos.

La red de supercargadores de Tesla se está implantando en Estados Unidos y que en Europa empezará a implantarse también, aunque lo hará primero en los países norte europeos, y puede que tardemos en verlos en España.

Lo que podemos esperar en suma del Tesla Model S es que sea un coche sobresaliente y pauta a seguir en lo referente a movilidad eléctrica.

Tesla Model S gris lateral

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