Toyota FV2, el monoplaza que nos conoce

Toyota FV2, el monoplaza que nos conoce
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De las novedades que Toyota prepara para el próximo Salón de Tokio 2013, quizá el modelo más llamativo sea el Toyota FV2. De este prototipo monoplaza no os vamos a hablar, al menos de momento, por su motorización. Todavía conocemos pocos detalles al respecto de esto. La principal novedad de este particular modelo que viene del futuro es que se conduce sin volante.

No se trata de una forma de hablar, porque el Toyota FV2 funciona casi al puro estilo mecha del popular anime Neon Genesis Evangelion, detectando el movimiento del cuerpo del conductor (adelante, atrás, izquierda o derecha) para su manejo, en pocas palabras: como un Segway. De hecho, está desprovisto de volante.

El paso que se ha atrevido a dar Toyota supone una gran novedad comercial en el campo de la inteligencia artificial aplicada a la automoción. Este tipo de tecnologías tienen su origen en el llamado Toyota Heart Project, un proyecto que busca estrechar los lazos entre vehículos y conductores. Y en esa línea, este tipo de conducción por movimientos no es la única prestación que el prototipo trae consigo.

Pantalla Toyota FV2

El FV2 es capaz de detectar cuál es nuestro humor a través de nuestra voz y el historial que guarda de nosotros en su memoria. También nos indica rutas y lanza consejos sobre nuestra conducción tal y como lo haría (por seguir con algunos ejemplos de ciencia ficción) KITT. Aunque lo que más parece que está llamando la atención tiene que ver con su cromatismo cambiante.

El Toyota FV2 cambia su color exterior en función de patrones vinculados al mencionado estado de ánimo. En cuanto a sus medidas, este monoplaza de tres ruedas mide tres metros de largo; 1,6 de ancho; apenas 1 metro de alto en reposo y 2,36 en su modo de conducción.

FV2 de Toyota

Por cierto, Toyota acaba de lanzar una aplicación para smartphone que permite realizar un simulacro de lo que se siente al conducir este prototipo. No es por desmerecer a los desarrolladores de la aplicación, pero seguramente la experiencia de conducirlo en persona no se presta a comparaciones.

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