Hace seis años Toyota inició un proyecto basado en el reconocimiento facial para sus vehículos. La idea no se centra en saber quién conduce en cada momento, sino en conocer el estado de ánimo del conductor y su percepción de la carretera. Si la cosa se quedase ahí estaríamos ante una simple curiosidad, pero Toyota pretende que la inteligencia artificial del vehículo se adapte a esos reconocimientos.
Por ejemplo, si los sensores detectan que nos encontramos en estado de ansiedad, despistados o agresivos, nos avisará del peatón que está cruzando unos metro más allá mucho antes que si estamos en estado de calma. De la misma forma, si estamos mirando hacia el lado derecho del coche y se acerca un peligro por el izquierdo, el sistema también actuará en consecuencia.
El sistema incluye diferentes sensores capaces de leer e interpretar hasta 238 puntos de nuestra cara, por lo que no afectaría a sus decisiones el hecho de llevar la cara cubierta, por ejemplo con unas gafas de sol. Todo ello, sumado a los sistemas de navegación inteligente, así como al reconocimiento por voz, podría ayudar a evitar accidentes en caso de que estemos despistados controlando la radio o el teléfono, encargándose la IA del vehículo de facilitarnos dicha tarea o simplemente avisarnos para que volvamos a poner la vista sobre la carretera.
Vía | MotorAuthority
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