Ya nos paramos a comentar la participación de la mítica firma española Pegaso en el pasado Martini Legends que conmemoró el 75º aniversario del circuito urbano de Montjuïc, la Montaña Mágica de Barcelona. Pero a parte de los Pegaso, Fórmula 1, Fórmula 2, Sport-prototipos y GT’s, también hubo un hueco para que una de las marcas más emblemáticas de la historia del automovilismo, Ferrari, tuviera su espacio en esta fiesta del motor. Y desde luego, fue un espacio para nada testimonial. Yo diría más, Ferrari protagonizó uno de los momentos más emotivos del día.
Todos los miembros del Ferrari Club España estaban invitados a la cita del Martini Legends, y para ello se les habilitó un parking exclusivo junto al paddock. Y como siempre ocurre cuando hace presencia más de medio Ferrari en cualquier lugar donde haya más de media persona, la admiración de los presentes ante tal exposición de modelos de todas las épocas de la firma del Cavallino Rampante fue excepcional.
La gente se amontonaba, cámara en mano, con la boca abierta, y señalando este y ese otro modelo. Había de todo. Bueno no, ni F40s, ni F50s, ni Enzos…, aunque también nos conformamos con ver juntos modelos como el 575, el 360 Modena, o los preciosos Dino GT, o el F430, también en su versión Spider, o el 612 Scaglietti, o… cualquier Ferrari, vaya.
Pero no todo quedó en una simple exhibición de Ferraris. Faltaba el momento emotivo que os había comentado. Fueron los Ferrari del Ferrari Club España los encargados de abrir la pista del antiguo trazado de Montjuïc . Los primeros en salir. Los que iniciaron una auténtica fiesta del automovilismo. Poder disfrutar de tal diversidad de estos preciosos deportivos italianos rodando por lo que en su día fue un circuito de Grandes Premios, es una sensación muy agradable (creo que dije algo muy parecido al hablar de los Pegaso…).
Y como cuando se habla de Ferrari, las palabras sobran, aquí os dejo la galería de fotos. Advertencia: las autoridades sanitarias advierten que fijar la vista durante más de 2 segundos seguidos en el conductor de un Ferrari puede crear envidia. Que no se diga que no he avisado.
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