Ciertamente, en la Fórmula E figuran apellidos históricos como Senna, Prost y Piquet, pero no es menos cierto que sus poseedores, aunque tengan parentesco con grandes pilotos de la Fórmula 1, jamás destacaron en la máxima categoría, y ahora experimentan el declive de unas trayectorias grises, signadas por llevar un gran peso sobre sus hombros; así como también lo han padecido los descendiente de Niki Lauda y Nigel Mansell.
Sin embargo, es otro hijo de un ex piloto de Fórmula 1, el joven Max Verstappen, el que romperá todos los esquemas al llegar a la categoría reina con apenas 17 años y con seguridad se va a constituir en un modelo a seguir por todos los aspirantes que participan en Fórmulas inferiores. Dos de esos casos lo constituyen Harrison Newey, de 16 años, y Giuliano Alesi, de 15, el primero hijo del reconocido diseñador e ingeniero Adrian Newey; y el segundo hijo del ex piloto Jean Alesi. Ambos adolescentes cumplieron con éxito su etapa en el karting y en 2015 participarán en la F4, con la mira puesta, los próximos años, en la Fórmula 1.
Harrison Newey estará en la F4 británica por consejo de su padre, Adrian Newey, el más talentoso diseñador de monoplazas de la modernidad y también un piloto aficionado, quién recomendó a su hijo participar en categorías donde los presupuestos sean realistas y la competitividad esté asegurada ya que no le gustaría que Harrison esté en series de monoplazas en las cuales el dinero sea más relevante que el talento. Una situación que se observa en las categorías consideradas antesalas a la Fórmula 1.
Por su parte, Jean Alesi indicó que su hijo Giuliano empezó algo tarde en el automovilismo porque no deseaba que fuera piloto; no obstante, el joven demostró que tenía talento en su paso por la Academia Autosport ubicada en Le Mans. Ahora le espera la F4 francesa y las expectativas por verle en acción son muy altas ya que Jean Alesi, a pesar de solo ganar una carrera de Fórmula 1, fue uno de los pilotos más queridos por los fanáticos. El ex piloto francés también indicó que prefiere observar el desempeño de su hijo en la F4 porque todos los participantes llevan el mismo coche así que no habrá excusas si la temporada no resulta exitosa.
Sin duda llevar apellidos tan históricos genera una presión adicional, más cuando se representa el legado familiar y se aspira superar hazañas. Pero es que al ser descendiente de un famoso y dedicarse a la misma actividad, se debe entender que la comparación será inevitable.
Y la Fórmula 1 ha demostrado en varias ocasiones que la genética a veces suele inclinarse hacia el lado de las madres...
Vía | toilef1
