Bathurst 1000: victoria de Whincup y Dumbrell en quizá la mejor carrera del año

Bathurst 1000: victoria de Whincup y Dumbrell en quizá la mejor carrera del año
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Nos decia Eric Plana en un mensaje que nos envió este fin de semana que debimos avisaros de la disputa de la Bathurst 1000 el pasado fin de semana. Toda la razón, Eric. No tendrá el nombre de las 24h de Le Mans, las 500 Millas de Indianápolis, el GP de Mónaco o el Rallye Monte-Carlo, pero si hay una carrera que hoy por hoy asegura tradición y emoción a partes iguales, esa es la Bathurst 1000, la prueba reina de los V8 Supercars, que este año celebraba su 50ª edición. ¿No la conocéis? Pues echadle un vistazo al vídeo tras el salto...

En la siempre espectacular introducción de la televisión australiana se pueden conocer a todos los mitos que han brillado en Mount Panorama y sus legendarias monturas (aunque mutiladas algunas de ellas por la legislación anti-tabaco...), además de aprender lo que significa Bathurst para los aficionados al automovilismo en Australia.

La edición de 2012 no defraudó, y aunque muchos de los favoritos sufrieron problemas con los neumáticos (como los Ford oficiales de FPR o el Holden de Triple Eight pilotado por Craig Lowndes y su compañero Warren Luff), el final fue tan emocionante como espectacular. Quizá el resumen no baste para demostraros la intensidad de las últimas veinte vueltas de carrera, en las que Jamie Whincup y Paul Dumbrell, favoritos al triunfo, se impusieron a los outsiders David Reynolds y Dean Canto, que sin haber ganado jamás una prueba de V8 Supercars, a punto estuvieron de reverdecer los laureles de Ford, derrotada año tras año en Mount Panorama tras la huida de Triple Eight a Holden.

Como curiosidad, por Mount Panorama aparecieron también dos viejos conocidos de la afición europea, como Christian Klien y Alexandre Prémat. El francés, que compite este año a tiempo completo en Australia, acabó en decimosexta posición junto al local Jack Perkins, mientras que el austriaco logró un buen resultado junto al habitual del certamen oceánico Russell Ingall, acabando novenos.

Pero de poco sirve lo que os cuente para explicaros lo divetida que fue esta carrera. Lo mejor que podéis hacer es echarle un vistazo al resumen oficial que os ponemos aquí abajo, y, si tenéis tiempo, ver la carrera íntegra (unas seis horas y media). Si os gustan las carreras, se os pasarán volando.

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