Campeonatos nacionales de Fórmula 1: Tasman Series; relajación y competitividad

Campeonatos nacionales de Fórmula 1: Tasman Series; relajación y competitividad
Sin comentarios

Antes de entrar en materia, es justo dejar las cosas claras desde el principio. La Tasman Series no fue nunca un campeonato de Fórmula 1 propiamente dicho. Las normativas eran distintas a las de la susodicha categoría y por lo tanto no puede ser considerada como un campeonato nacional (o regional) de Fórmula 1, un honor que solo les corresponde a los certámenes británico y sudafricano.

Pero la popularidad de la Tasman Series y el hecho que se competía en la llamada "off-season" (periodo entre temporadas de Fórmula 1) en lugares donde hacía buen tiempo hizo que pilotos mundialistas tomaran parte cada año en ella. Además, dichos pilotos acababan trayendo consigo el interés de sus equipos, que preparaban coches específicamente para competir en las antípodas.

Buena parte de esos coches eran nada más y nada menos que chasis de Fórmula 1 con motores modificados para estar dentro de las normativas de la Tasman Series, con lo que por mucho que este campeonato no sea una competición de Fórmula 1 de forma oficial, sí es una competición donde los pilotos corrían con coches de Fórmula 1. Buena parte de ellos, por lo menos.

Bruce McLaren, profeta en su tierra

Bruce McLaren Tasman Series

De hecho, la Tasman Series se caracterizaba por usar normativas de motores ya en desuso en la Fórmula 1. Por lo tanto, aunque los chasis contemporáneos podían competir, los motores no. La normativa inicial permitía bloques de hasta 2500 centímetros cúbicos, al igual que la normativa de Fórmula 1 de hasta 1960. El primer año contaba con coches ex-Fórmula 1 de Brabham, Cooper, Lotus y Lola. El primer campeón, Bruce McLaren, pilotando uno de los Cooper del equipo McLaren.

Sus rivales no eran para nada pilotos desconocidos y si Bruce McLaren se impuso en tres de las ocho pruebas, las otras victorias fueron a parar a manos de un aún relativamente desconocido Denny Hulme (una), Jack Brabham (tres) y Graham Hill (una). Timmy Mayer, hermano de Teddy, fue también uno de los pilotos destacados en esta primera edición que sin contar aún con los grandes nombres del futuro, ya apuntaba maneras con una parrilla nutrida.

Quien ya por ese entonces estaba compitiendo era Ken Smith, quien acabaría disputando la friolera de 48 grandes premios de Nueva Zelanda en total. El campeonato, que había empezado con poca participación del mundo de la Fórmula 1, empezaba a llamar la atención por sus entretenidos circuitos, competitivas carreras y relajadas semanas en un lugar de buen tiempo cuando Europa estaba marcada por el gélido invierno.

Jim Clark y Jackie Stewart, Scottish Connection

Jim Clark y Jackie Stewart Tasman Series

Dos de los hombres que más disfrutarían de la época dorada de la Tasman Series fueron los "Flying Scots" (me resisto a decirlo en ningún idioma que no sea inglés). Jim Clark y Jackie Stewart, los pilotos que le dieron a Escocia su mejor momento en el automovilismo. Entre ellos ganaron cinco campeonatos del mundo de Fórmula 1 pero también cuatro de la Tasman Series. Si en la categoría reina, Stewart es quien se lleva la palma, en Australia y Nueva Zelanda Clark gana por tres a uno.

Stewart cuenta la sensación prevalente de "vacaciones" que suponía para la gran mayoría de pilotos el ir a competir en la Tasman Series. Carreras con sus amigos y compañeros con coches y circuitos divertidos y menos conocidos, buen tiempo y días de playa y surf. Desde luego, no se les puede culpar por ver este campeonato como una temporada de vacaciones pagadas (cobrando, de hecho). Además, el hecho que en la Tasman no hubiera accidentes mortales ayudaba a dar una sensación agradable.

Para cuando Clark ganó su último título en 1968 (la última victoria de su vida es en el Gran Premio de Australia de ese mismo año), tenía tres títulos de este certamen por uno de Stewart en 1966. Las máquinas de Fórmula 1 eran coches recientes del campeonato del mundo y Cosworth y BRM llegaron a versionar sus motores de la categoría reina para que pudieran participar en estas carreras. Entonces se habían sumado nombres como Phil Hill, Frank Gardner, Richard Attwood, Chris Irwin, Piers Courage y en 1968, Chris Amon y Pedro Rodríguez, además de varios conocidos pilotos locales.

Chris Amon y Graeme Lawrence, por Ferrari

Chris Amon Tasman Series

La muerte de Jim Clark en la carrera de Hockenheim de Fórmula 2 en 1968 fue dramática para el mundo del automovilismo y la Tasman Series lo notó, perdiendo a su dominador. Un nuevo piloto tenía que ganar y con Ferrari cada vez más involucrada con sus Ferrari Dino 246T cedidos a la Scuderia Veloce, Chris Amon fue el elegido. Cuatro victorias sobre siete carreras sellaron el resultado con un bonito duelo durante toda la temporada con Jochen Rindt.

Rindt competía con el llamado World Wide Racing, que al igual que la Scuderia Veloce, no eran nada más que meros equipos marioneta que en realidad estaban gestionados por los propios Team Lotus y Scuderia Ferrari respectivamente. El neozelandés demostró por sus tierras su enorme talento con el doble de puntos que su compañero de equipo, el respetado Derek Bell, y se proclamó campeón del último campeonato de la década de los sesenta. Tras Amon y Rindt, Courage completó el podio final con Bell en cuarta posición.

Con la Fórmula 1 volviendo a tener motores grandes desde 1966 y con los costes de la categoría reina en aumento, los fabricantes más competitivos empezaron a tener reservas. No querían gastar dinero en una categoría percibida como inferior y desde 1970, pasaron a estar permitidos los coches de Fórmula 5000. Casi fue un milagro que Graeme Lawrence se proclamara campeón ese primer año de la "nueva" Tasman Series pilotando un Ferrari 246T (el mismo de Amon el año anterior) contra los potentes Fórmula 5000.

Graham McRae, el gran dominador

Graham McRae Tasman Series

El título de Lawrence, con una sola victoria, había sido un título llegado en un año de transición mientras la Tasman Series perdía su seña de identidad con un campeonato único que atraía a los equipos europeos. Al permitir los coches de Fórmula 5000, el campeonato se aseguraba la supervivencia además de un mínimo nivel tecnológico. A fin de cuentas, los chasis llevaban nombres tan evocadores como McLaren o Lola, aunque siempre con motores Chevrolet (o a veces, Repco).

En esta nueva era de los Fórmula 5000 se erigió un nombre propio con más fuerza que los demás. Se trataba de Graham McRae, que ganó nada más y nada menos que tres títulos con tres coches distintos, incluso el último con uno de su propia construcción. Un total de trece victorias entre 1970 y 1975 fueron un legado fantástico para el neozelandés, que luchó con y venció a pilotos como Chris Amon, Teddy Pilette, Graeme Lawrence y otros nombres locales.

La categoría había encontrado una segunda vida en la Fórmula 5000 y las parrillas eran lo suficientemente concurridas como para que el campeonato tuviera éxito y pudiera seguir existiendo sin sufrir. Pero también tenían sus problemas con cada vez menos interés en una categoría tan alejada de la base del automovilismo mundial y desde 1972, se relajaban las normativas sobre los motores de competición para que los propulsores de carreras de 2000 centímetros cúbicos pudieran competir.

Peter Gethin, Warwick Brown y el fin del certamen

Warwick Brown Tasman Series

Era la primera muestra de debilidad de un campeonato al que le podían quedar grandes los coches de este tipo a pesar del evidente nivel de pilotaje que llamaba la atención de gente como Mike Hailwood, David Hobbs o Sam Posey. Incluso el nipón Noritake Takahara llegaría a estar en la Tasman Series, años antes de disputar los grandes premios de Japón en Fuji en 1976 y 1977. También Peter Gethin acabó llegando a esta categoría, donde tuvo un papel destacado desde el primer momento.

Aunque en su primera aparición en Levin "solo" pudo ser cuarto, dos victorias y una temporada regular le dieron el título en su primera participación en el certamen, imponiéndose a locales con experiencia como Max Stewart, Johnnie Walker y John McCormack. Para 1975, el campeonato no cambiaría mucho pero sí vería una temporada igualada entre varios pilotos locales como el hombre que acabó imponiéndose, Warwick Brown.

Brown ganó con su Lola Chevrolet a un revitalizado Graeme Lawrence que aún pudo luchar por un título que perdió por un solo punto. Hasta Chris Amon pudo aún imponerse en Teretonga a bordo de un Talon con motor Chevrolet. Para la temporada de 1976, el campeonato se dividó en dos y el nombre de Tasman Series se perdió hasta una resurrección de corta duración en 1999 y 2000, cuando se recuperó para un campeonato de Fórmula Holden. Pero como se suele decir, "que les quiten lo bailao".

En Motorpasión F1 | Campeonatos nacionales de Fórmula 1: Gran Bretaña, corto pero intenso, Campeonatos nacionales de Fórmula 1: Sudáfrica, dieciséis años de tradición, Campeonatos nacionales de Fórmula 1: Tasman Series; relajación y competitividad

Temas
Comentarios cerrados