'Crisis, what crisis?'. Ese es el nombre de uno de los discos de Supertramp y que recientemente le recordaban al Presidente Zapatero, que sigue empeñado en negar una situación realmente delicada de nuestra economía. Pues bien, salvando las distancias, lo mismo parece ocurrirle al jefe de la Scuderia Ferrari, Stefano Domenicalli, que se resiste a hablar de crisis en su equipo.
Y lo cierto es que agarrándose a los números, a Domenicalli no se le puede negar que Ferrari continúa liderando el Campeonato de Constructores y como él mismo ha recordado, "cualquiera de nuestros dos pilotos podría recuperar el liderato del Mundial el próximo domingo". Y así es. Pero también lo es que la supuesta superioridad que Ferrari apuntaba a principios de temporada se ha esfumado.
En las dos últimas carreras, Silverstone y Hockenheim, Felipe Massa y Kimi Raikkonen sólo han sumado seis y ocho puntos respectivamente. El actual Campeón del Mundo lleva ya seis Grandes Premios sin conocer la victoria, mientras que Massa sigue siendo como el Guadiana, aparece y desaparece y sus actuaciones siempre son una incógnita.
Domenicalli, que tras el GP de Alemania reconoció abiertamente y por primera vez que habían sido inferiores a su gran rival y que debían trabajar y buscar soluciones, ahora vuelve a sacar las estadísticas para recordar que "la Scuderia no está en crisis. Tenemos una cantidad de puntos similar a la del año pasado por esta época, hemos ganado la mitad de las carreras disputadas hasta ahora y también hemos conseguido la mitad de las poles en juego".
Pero al margen de las cifras, la sensación en las dos últimas carreras ha sido que McLaren va lanzado y hacia arriba, mientras que Ferrari ha iniciado una caída en picado. Veremos si en Hungría continúa esta tendencia o si los bólidos rojos son capaces de frenar su caía y le plantan cara a Hamilton en Hungaroring.
