El Espíritu de Montjuïc celebra su cuarta edición con buena acogida

El Espíritu de Montjuïc celebra su cuarta edición con buena acogida
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El Espíritu de Montjuïc celebró el pasado fin de semana su cuarta edición, siguiendo como evento de referencia en cuanto a festivales de automovilismo histórico en España. En el Circuit de Barcelona-Catalunya pudimos ver monoplazas de Fórmula 1 de los años 70 y 80, coches de Sport de los años 60 en adelante e incluso varias bestias del Grupo C o contemporáneos del IMSA norteamericano.

También pudimos ver algunas categorías de turismos que hicieron las delicias de los numerosos aficionados que se desplazaron al trazado catalán durante los tres días que duró el evento. Una fiesta para todos los amantes de la historia del automovilismo que es totalmente recomendable. No solo por lo que sucede en pista sino también por lo que sucede fuera de ella, en forma de atracciones, música de la época y un bazar bastante extenso.

Aunque sí es cierto que seguramente lo más atractivo para los visitantes, más allá de las variadas actividades del paddock, es el hecho de poder acercarse a los coches de competición más que en ningún otro sitio. Estamos hablando de coches que vienen a competir y no es complicado estar en los boxes y ver cómo trabajan los mecánicos, que amablemente aceptan la observación del aficionado siempre que no se moleste. El respeto, la clave.

Pero si el paddock destaca por su color, por sus variopintas actividades y todo el bullicio que debe acompañar a un evento de estas características (particularmente el domingo tuvo un aspecto fantástico), también hay que decir que este paddock contiene detalles interesantes para los aficionados del motor y no solo para las familias que no quieren ver coches. Este año hubo algunas novedades que no estaban nada mal. Uno de los puntos más interesantes, el de Maserati con su celebración del centenario de la marca y un 250F de exposición.

En la ya habitual carpa de SEAT, la marca española trajo multitud de modelos del Ibiza, que celebra este año su trigésimo aniversario. Entre cosas curiosas como el SEAT Ibiza Cabrio, encontrábamos algunos de los Ibiza Kit Car de rallyes y hasta el precioso Ibiza Vaillante, un "Concept Car" de Seat con un hipnotizante tono azul que hacía las delicias de quienes conocen el cómic del francés Jean Graton.

Una vez más, la organización saca buena nota en un evento que poco a poco va creciendo dentro y fuera de la pista, lo que trae más y más gente a las gradas y sobre todo al paddock, centro neurálgico del fin de semana. Poco a poco, España va demostrando que la cultura automovilística existe y que nos gustan las máquinas de carreras, por lo que habrá que esperar que el evento siga por aquí durante muchos años más. Por lo menos, este es nuestro deseo.

Foto | Xavier Puente – fotospro.com

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