El uniforme de camuflaje

El uniforme de camuflaje
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A finales del año 1967, la firma Imperial Tobacco propuso al gran Colin Chapman decorar sus monoplazas con los colores que identificaban a uno de sus productos más reconocidos. En su momento, muchos puristas se negaron a creer que el fundador de Lotus cambiaría el tradicional Green British Racing por el rojo y el dorado. Pensar en un Lotus oficial pintado como una gran cajetilla de cigarrillos parecía una osadía. Pero, al iniciarse el campeonato de 1968, los Lotus 49 se presentaron a correr en Nueva Zelanda con la combinación de colores propuesta por la tabacalera.

Ante la incredulidad de los espectadores, los consagrados Jim Clark y Graham Hill exhibían la nueva cara de Lotus. Colin Chapman aceptó la gran suma de dinero a cambio de publicitar cigarrillos en su equipo, originando así una escalada de gigantescas inversiones que involucraron a muchas tabacaleras y escuderías. Tales asociaciones se extendieron por más de 30 años y se le recuerda como la época del derroche y la fastuosidad en las carreras. Aunque tampoco se puede negar que los creativos de las tabacaleras tenían talento para decorar los coches y más ingenio demostraron cuando se les prohibió exhibir las marcas.

Para la década de los 70 casi todas las escuderías vendían espacios para publicidad y muchas de ellas siguieron el ejemplo de Colin Chapman, estableciendo contratos a largo plazo con tabacaleras para así despreocuparse por el presupuesto de cada temporada. Por su parte, los industriales del tabaco invirtieron tanto dinero que hasta competían, desde el punto de vista comercial, para asociar su logo, marca e imagen con los ganadores. Cada tabacalera también representó a una ideología, así que la guerra entre los magnates del tabaco se disputó en los circuitos. El patrocinio ya estaba en otro nivel.

No obstante, en el continente europeo, a mediados de 1985, los organismos gubernamentales de muchos países, sedes de Grandes Premios, presionaron para que la publicidad del tabaco no apareciera en las carreras. Asociar un evento deportivo con fumar cigarrillos es ilógico pero resulta que, para el momento, casi todos los equipos de primera línea mantenían fuertes nexos comerciales con las tabacaleras, tanto que el nombre del patrocinador iba antes que el de las escuderías. Aunque la reclamación era justa desde el punto de vista ético y moral, no era menos cierto que sacudirse a los empresarios del tabaco de un día para otro acabaría con la Fórmula 1.

El proyecto de la Ley que regula la publicidad del tabaco comenzó a desarrollarse tomando en cuenta los acuerdos multianuales que aún mantenían vigencia, para evitar un caudal de demandas legales, sobre todo contra equipos británicos. En el caso de Lotus, Imperial Tobacco había reforzado su afiliación comercial a partir de 1972, para promocionar su nuevo producto. Así debutó el elegante diseño de fondo negro con letras y líneas doradas; sin lugar a dudas, una de las más espectaculares decoraciones. Ese mismo año, Emerson Fittipaldi logró el campeonato y comenzó a inmortalizar la saga de los monoplazas negros, una identificación que duraría hasta 1986, con la excepción del año 1979.

Cuando la regulación se aplicó en algunos países, Lotus solo utilizó unos paréntesis para disimular.

Dumfries_1986

En 1986 llegaría la pausa entre Lotus y sus míticos colores de batalla. El 98T sería el último de la serie y la tabacalera determinó que con la salida de Renault y la llegada de Honda era necesario un cambio de imagen. Se dejó a un lado al elegante negro con dorado para presentar un amarillo dromedario, lo cual no resultó la más acertada de las propuestas. La decoración se relaciona con el inicio de la era decadente de Lotus.

Lotus_Honda_1987

Por su parte, en 1974, la escudería McLaren estableció una gran alianza con el gigante transnacional Phillip Morris, la cual le asegura al equipo inglés los recursos financieros para desarrollar a plenitud sus revolucionarias ideas. Para ese entonces, la tabacalera también mantenía asociación con otras escuderías y patrocinaba a determinados pilotos, de allí que la exposición mediática de la marca sea de las más recordadas.

Prost McLaren

McLaren cambió su clásico color naranja y adoptó el blanco y el rojo. El impacto comercial es tan vasto y la asociación tan fructífera que se extiende hasta 1996. Las imágenes de los campeones Emerson Fittipaldi, James Hunt, Niki Lauda, Alain Prost y Ayrton Senna; por lo regular se relacionan simbólicamente con esos colores. Pero, en la época de la restricción, la escudería McLaren también tuvo que ocultar el nombre de su principal socio.

Ayrton_Senna

La incorporación de diversas tabacaleras convirtió a la Fórmula 1 en una inmensa vitrina, así que la inversión fue aumentando hasta niveles impensables. Las marcas de cigarrillos, asociadas a los pilotos y a los coches de competencia, se convirtieron en grandes fenómenos de la publicidad y del mercadeo. En esa época, la Fórmula 1 se desarrollaba en un universo paralelo. Motores turbos de caballaje ilimitado, aerodinámicas experimentales, diseños e innovaciones mecánicas que iban y venían, hazañas y tragedias en cada circuito, pilotos como James Hunt eran modelos de masculinidad en la sociedad. Las tabacaleras se valieron de todo ese contexto circunstancial para venderle al público un estilo de vida; el negocio resultó de lo más exitoso.

James_Hunt

El fenómeno fue tan abrumador que prontamente las cigarreras se involucraron en todas las categorías del deporte a motor. La competición se transformó en un mundo bizarro donde el patrocinador se elevó más alto que los equipos. La guerra ya no solo se desató en los circuitos sino también fuera de ellos. Franelas, camisas, chaquetas, gorras, pantalones, llaveros, tazas, juguetes, accesorios del hogar, encendedores, papelería, relojes, objetos de uso personal y otra buena cantidad de artículos; incluyendo ropa para bebés, se convirtieron en obsesión para los fanáticos, quienes no dudaron en uniformarse para exhibir los colores y los emblemas de las cigarreras..

De inmediato muchas naciones organizadas elevaron su protesta por el incesante bombardeo publicitario de las tabacaleras. Los menores de edad, quienes eran expuestos desde la temprana infancia, a través de sus juguetes, resultaban afectados debido a su falta de criterio para determinar lo que es bueno y lo que es malo. Y resulta que lo "bueno" refería a una cigarrera; algo que a todas luces resulta insensato. Más allá del dinero que percibían por la venta de derechos comerciales, era innegable que a través de muchos artículos se estaba creando una gran generación de fumadores.

Juguete_M

Por tal razón, muchos países se sumaron a la prohibición y de allí que también aumentara la cantidad de monoplazas sin los nombres de sus principales anunciantes. Resultó una lucha de poderes, los empresarios no estaban dispuestos a ceder espacios en su nueva "mina de oro", la Fórmula 1 se hallaba en un nivel superlativo y era mucho el dinero invertido en el negocio. Mientras la imposición venía de una parte, algunos inversionistas del tabaco se aparecían por otra. Entre los casos famosos se hallan el Arrows A8 BMW; en el coche se optó por eliminar totalmente la marca y el logo de la tabacalera que patrocinaba al equipo.

Arrows A8

También a mediados de los 80, la escudería alemana Zakspeed recibió el apoyo de una cigarrera de su nación. La particularidad del patrocinio radica en que para ese momento existían dos Alemanias, la Democrática y la Federal, es decir la del Este y la del Oeste. Por supuesto que el patrocinador estaba a favor de la ideología del Oeste. El traje de camuflaje de Zakspeed es básico y rudimentario, se aprecian los trozos de vinilo sobre la carrocería.

Zakspeed_841

Otra escudería que ocultó a su principal socio y anunciante fue Ligier. Los franceses solo mostraron el logo de sus reconocidas gitanas. Y es que eliminar la relación resultaría un fuerte golpe financiero. Guy Ligier y la tabacalera francesa estuvieron juntos por más de una década, así que era parte de una tradición observar la decoración azul y blanco en los monoplazas galos.

Ligier
Ligier
Ligier_1995

Cuando el equipo pasó a la gerencia de Alain Prost, fue la tabacalera francesa SEITA quien se incorporó a la competición. No obstante, la misma marca patrocinaba a Valentino Rossi en el Campeonato Mundial de Motociclismo, con grandes resultados, y en la Fórmula 1 todo fue una pesadilla. La exposición mediática era pobre y asociada a un equipo muy irregular, así que perdieron la paciencia y retiraron el financiamiento. La escudería agonizó y se despidió de los campeonatos un año después.

AP02

Para finales de los 90, la legislación contra la publicidad del tabaco arreció y, tras observar los intentos de las tabacaleras para mantenerse en la Fórmula 1 mediante publicidad encubierta, decide restringir aún más a los empresarios del tabaco. Es en esa época cuando se distingue un despliegue de ingenio y creatividad para evadir las restricciones. La ley no obliga a los equipos a utilizar determinados colores en sus coches pero la normativa era clara en cuanto a eliminar las marcas comerciales.

Sin duda alguna, una de los equipos más afectados fue Williams. Una vez que cerró un extraordinario trato con la compañía tabacalera más grande de Canadá, cuya marca, colores y logotipo son de los más reconocidos del deporte a motor, deben hacer frente a la prohibición. La compañía decora a los Williams desde 1994 hasta 1997, cuando ceden sus espacios a una tabacalera australiana.

Williams_1997
Frentzen_1999

Los modelos azules marcaron una época en la Fórmula 1, en cambio los rojos permanecen en algún lugar de la memoria dónde no se les quiere encontrar

Williams_1998
FW21

El dromedario amarillo todavía se mantuvo en actividad luego de salir espantado de Lotus. Se le recuerda por su asociación con dos pilotos y equipos ganadores.

Benetton_Camel
FW15

Desde Japón también se aproximó una tabacalera atraída por la gran exposición mediática que otorgaba la Fórmula 1, el espectáculo deportivo más observado del planeta cuando no se disputa el Mundial de Fútbol. Los colores japoneses también son muy recordados, primero por auspiciar a Ukyo Katayama en sus años con Tyrell,

Ukyo_Tyrrel
Katayama2

Pero también la marca se ganó un lugar en la preferencia del público debido a su vinculación con las victorias y títulos del equipo Benetton y luego cuando fue renombrado Renault. En sus inicios, tanto Michael Schumacher como Fernando Alonso fueron patrocinados por la tabacalera japonesa.

Benetton.B195

Dos de las variantes en la decoración del R26, una es la siempre muy bien recordada "Equipo Espítitu".

R26_Team_Spirit
R26_Alonso

Un equipo que se caracterizó por aplicar un gran ingenio para disimular a su principal anunciante fue Jordan. Sin duda, sus coches resultaron muy originales, enfatizando en los monoplazas amarillos con trompa de serpiente, de abejorro y de tiburón cara negra; atractivos desde el punto de vista estético y además eran capaces de luchar por las victorias.

Ralf_Schumacher
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Bitten_Heroes
Be_on_Edge
jordanbh

Para estos años ya no había vuelta atrás. Inicialmente, las autoridades europeas habían acordado que la publicidad de cigarrillos en la Fórmula 1 debía retirarse de forma gradual. Sin embargo, al advertir que Bernie Ecclestone estaba "exportando" a la máxima categoría para instalar su negocio en otros continentes, y en mercados no tradicionales y más exóticos, los legisladores de la Comunidad Europea hundieron el pie en el acelerador y decretaron que para el 2005 no podía exhibirse publicidad alguna, ni siquiera disimulada, de productos derivados del tabaco.

En ese momento, se calculó que las escuderías recibían, por concepto de alianzas comerciales, un aproximado de 285 millones de dólares al año, eso sin incluir los recursos que las tabacaleras aportaban a la FOA para organizar y auspiciar Grandes Premios en todo el mundo. McLaren, Ferrari, Renault, BAR y Jordan dependían en buena parte del aporte de las tabacaleras para invertir en sus proyectos y se vieron con la soga al cuello de un día para otro. La necesidad de reorganizarse para evitar una debacle financiera resultó la prioridad, más que todo para BAR ya que British American Tobbacco era la propietaria del equipo. Por su parte, McLaren había acordado a largo plazo con su principal patrocinador así que debía ingeniárselas de alguna forma.

Desde 1999, en BAR lo que hacían era presentar el monoplaza sin el nombre de la marca de cigarrillos pero con toda la decoración y el logo que le caracteriza. El ojo rojo del toro seguía tan campante, como que si la prohibición no significara mayor cosa. Aunque ya los japoneses de Honda venían cocinando el traspaso del equipo, así que la legislación aceleró el proceso y así concluyó el periplo de la tabacalera como escudería.

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BAR_2005

En McLaren no se rompieron mucho el cerebro pensando en solucionar la eventualidad. Simplemente optaron por colocar el nombre de sus pilotos en los espacios destinados a su patrocinador.

McLaren_Mercedes_Kimi

Las tabacaleras fueron desapareciendo porque ya que no tenía sentido invertir. Sin embargo, todavía una compañía permanece en pie de lucha, animando el campeonato y al equipo más histórico; pero habría que remontarse hasta 1996 para hallar las razones de tal asociación.

Desde 1992, con la retirada de Honda, los coches blanquirojos de McLaren no fueron candidatos a ganar títulos, algo impensable para el patrocinador principal quien pagaba para colocar su nombre antes que el de la escudería. Motoristas como Ford, Peugeot y Mercedes no garantizaron resultados. El contrato con Ford era para suministro de motores en modo cliente ya que el oficial lo tenía en exclusividad Benetton. Peugeot nunca ganó nada en la Fórmula 1 y Mercedes tampoco había demostrado potencial con Sauber. El divorcio comercial estaba decretado.

McLaren_Brundle

Sin embargo, la tabacalera estaba dispuesta a permanecer en la Fórmula 1 para protagonizar una revolución en Ferrari. La relación entre la marca de cigarrillos y la escudería italiana también tenía su historia, pero la exposición del logotipo y el nombre del producto se mantuvo en segundo plano mientras Enzo Ferrari estuviera al mando. En la década de los 80, solo se limitaba a un pequeño recuadro cerca del piloto.

Johansson

Pero en los 90, y tras la desaparición física de Il Commendatore, el auspicio financiero fue en aumento. Para mediados de 1995, la tabacalera realiza lo que en su momento fue considerada la transacción más costosa del deporte. Michael Schumacher llegó a las instalaciones de Maranello con la intención de retornar la senda de las victorias y los títulos. Aunque resultara impensable creer que Ferrari decoraría sus monoplazas como si fuesen unos McLaren de los 80, hay que decir que modificaron el tradicional tono rojo que les identificaba.

Schumacher_Ferrari

La prohibición también promovió varias decoraciones, desde las más rudimentarias hasta las más originales.

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Schumacher
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Raikkonen
Raikkonen2
Massa
Alonso

Por más de 30 años, los empresarios del tabaco contribuyeron a que los grandes pilotos y constructores se establecieran en la memoria colectiva. Ferrari, Lotus, McLaren y Williams aprovecharon la oportunidad y supieron invertir los recursos para lograr títulos. De allí que resulte difícil nombrar a tan exitosas escuderías y no asociar alguna marca de cigarrillos con sus coches más ganadores. Inclusive, en el campeonato actual, tanto Williams como Lotus refieren a sus glorias pasadas.

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Lotus_E20

El auge y la caída de las marcas de cigarrillos permanecen en el recuerdo, pero !Qué tiempos aquellos...!

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