A pesar de no ser de los circuitos en los que más espacio hay para adelantar, se puede decir que Hockenheim se ha portado bien. La salida de Lewis Hamilton desde atrás y la caída de varios puesto de Daniel Ricciardo tras el accidente en la salida de Massa y Magnussen ha puesto un punto de emoción gracias a las batallas que ha habido en pista.
Entre los mejores del día han estado naturalmente los dos Mercedes. El primero al que hay que nombrar es al ganador, Nico Rosberg, que no ha tenido ni un solo error, y luego a Lewis Hamilton, que tras salir desde la vigésima posición ha sido uno de los protagonistas de la carrera al luchar una y otra vez para llegar al podio. Con Sutil, Alonso, Ricciardo.... ha peleado sin levantar el pie en ningún momento. El podio es una buena recompensa para el británico, que solo pierde diez puntos con respecto a su compañero.
Algo parecido ha sucedido con Alonso y Ricciardo. Ambos han querido llegar a las posiciones de podio y poco les ha faltado. De hecho el de Red Bull habría sido el gran rival de Hamilton por subir al tercer escalón de no ser por el incidente de la primera curva. Alonso ha exprimido el Ferrari F14T, pero de nuevo el Red Bull de Vettel ha sido más rápido.
La de cal también debe ser para Valtteri Bottas, que ha vuelto a subir al podio por tercera ocasión consecutiva y salva los muebles de Williams, vistos los últimos abandonos de Felipe Massa.
La de arena de este Gran Premio es para Kimi Räikkönen. El piloto finlandés continúa dar pie con bola y no es capaz de exprimir al máximo el Ferrari F14T. Su andadura en Ferrari parece estar en entredicho; quizá aún no se haya terminado de adaptar al monoplaza.
Un punto a destacar también de la carrera es que, al menos en la opinión de quien escribe, la FIA está siendo algo más permisiva con los incidentes en pista. En alguna otra ocasión puede que el accidente de Massa y Magnussen habría sido sancionado, y quizá también el de Kvyat y Pérez.
