Gran Premio de Austria 1980: Jean-Pierre Jabouille vuelve a ganar

Gran Premio de Austria 1980: Jean-Pierre Jabouille vuelve a ganar
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El mundial de Fórmula 1 llegó a la décima cita del campeonato de 1980 en Austria con Alan Jones claramente en cabeza del certamen gracias a algunas carreras algo flojas por parte de Nelson Piquet, su más inmediato perseguidor. A nadie se le escapaba que Williams estaba siendo el equipo a batir desde la segunda mitad de la temporada de 1979, entendiendo el efecto suelo mejor que nadie y forzando a los rivales a buscar las formas de alcanzarles. En Austria ocurriría, aunque por motivos distintos a lo que podía esperarse.

Si hay una característica clara del Österreichring de la época es que los motores turbo rendían mucho mejor que los demás. Ello se debía a la altura a la que el circuito estaba (y está) situado. Esta altura causa que la presión del aire sea menor y por lo tanto el rendimiento de los motores turbo era excelente en comparación con todos los demás. Por ello no fue ninguna sorpresa ver a los ya competitivos Renault copando la primera fila de la parrilla de salida, con René Arnoux en pole position.

Por detrás, el orden de colores y equipos se mantenía de forma bastante agradable a la vista, con los Williams de Alan Jones y Carlos Reutemann en segunda fila y los Ligier de Jacques Laffite y Didier Pironi en tercera. Todos ellos con motores Ford. Nelson Piquet con el Brabham era séptimo, compartiendo fila con el sorprendente y cada vez más competitivo Alfa Romeo de Bruno Giacomelli. Para encontrar a los Ferrari, en una temporada desastrosa, había que bajar hasta la décimoquinta posición de Gilles Villeneuve y la vigésimosegunda del campeón en título, Jody Scheckter.

Nigel Mansell Austria 1980

En última posición partía con un tercer Lotus un tal Nigel Mansell, que realizaba su debut en este gran premio. Acabaría abandonando por problemas en el motor tras cuarenta vueltas, empapado no en sudor sino en gasolina de su propio coche. Una locura y una irresponsabilidad, el seguir pilotando así. Pero el británico no tenía ninguna intención de desaprovechar la oportunidad y había que trabajar duro para el equipo. Esto hizo que Colin Chapman le cogiera simpatía y le diera un coche para las dos siguientes carreras y un volante a tiempo completo para 1981. Vio en él a un campeón del mundo.

En la salida, Alan Jones estuvo más vivo que nadie y tomó la cabeza de carrera, sorprendiendo a los dos Renault turbo. A pesar de todo, la potencia superior y mejor rendimiento general hizo que Arnoux le arrebatara el liderato en la tercera vuelta, con Jabouille siguiendo poco después. Nada parecía poder parar a los Renault pero el número 16 azul perteneciente a Arnoux tuvo que parar a boxes en la vuelta 21 con los neumáticos destrozados.

No solo había que tirar a fondo, también había que cuidar las gomas. La agresividad de Arnoux le había pasado factura y se quedaría sin opciones de obtener un buen resultado. Fue su compañero de equipo y teórico jefe de filas, quien heredó la primera posición. Decimos teórico jefe de filas por ser el primer piloto inscrito del equipo pero lo cierto es que, mientras Arnoux había disfrutado de cuatro resultados en los puntos entre los que se encontraban las victorias en Interlagos y Kyalami, ¡Jabouille no había conseguido un punto desde la victoria del Gran Premio de Francia de la temporada anterior!

Renault F1 GP Austria 1980

Finalmente lo conseguiría en Austria, aguantando la primera posición por delante de Jones aunque fuera por menos de un segundo. La tercera posición acabaría siendo para Carlos Reutemann con el otro Williams. La carrera había vivido más de la defensa de Jabouille que de un duelo genuino entre los dos primeros clasificados, pero había sido apasionante ver como el francés se las arreglaba con unos neumáticos deshechos en las últimas vueltas. Desafortunadamente, sería su última victoria y sus últimos puntos en la Fórmula 1.

Jabouille es un hombre curioso desde el punto de vista de los números, con solo tres resultados en los puntos, dos de los cuales son las victorias de Francia en 1979 y Austria en 1980. Un hombre con talento y velocidad a partes iguales que se vio perjudicado por un Renault poco fiable y una dosis un poco elevada de mala suerte. Trece carreras finalizadas sobre 49 que comenzó durante toda su carrera deportiva, con solo tres de ellas en los puntos.

Volviendo a la carrera, previsiblemente los coches de Jacques Laffite y Nelson Piquet aguantaron hasta el final, aunque lejos del podio, con Elio de Angelis que completó la zona de los puntos para Lotus. El primer McLaren era séptimo con Alain Prost y el primer Ferrari, octavo con Gilles Villeneuve. Dos grandes equipos que habían luchado por el título tan solo cuatro años antes luchaban ahora por los puntos, sin conseguirlo a menudo. Habría que esperar hasta 1981 para ver un cambio en sus fortunas. En cuanto al Gran Premio de Austria, aún le quedaban muchas carreras memorables por delante, aunque también le esperaría un profundo cambio, con el tiempo.

Österreichring 1980
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