Eran muchos los que aseguraban que la nueva normativa que priva este año a los pilotos de las ayudas electrónicas apenas tendrían incidencia esta temporada, pero el mejor ejemplo para quitarles la razón está siendo así es Lewis Hamilton.
El flamante subcampeón del mundo fue víctima ayer del nuevo sistema de salida para este año, que ahora es totalmente manual, y que le jugó una mala pasada al británico en el GP de Bahrein.
Está claro que lo de los botoncitos no es el fuerte de Hamilton y el piloto de McLaren admitía al finalizar la carrera que había fallado al accionar el sistema para la arrancada. El británico se despistó y no apretó a tiempo el botón que activa el sistema. "Pensé que había iniciado correctamente el procedimiento de salida, pero me di cuenta de que en el primer paso no apreté suficientemente pronto el botón", reconocía Hamilton, que después tuvo que poner el sistema anticalado y reiniciar todo el procedimiento.
En resumen, Hamilton que salía tercero, perdía siete posiciones y tras la primera curva era décimo, un puesto que tampoco le duraría mucho al cometer un nuevo error e incrustarse contra la parte trasera del R28 de Alonso en la segunda vuelta. El británico calificaba lo sucedido como "incidente de carrera", pero yo más bien diría que Hamilton sigue cometiendo pecados de juventud y pagando una fogosidad impropia de un piloto que aspira al título.
