El tradicionalmente aburrido Gran Premio de Hungría nos ha deparado hoy una interesantísima carrera de Fórmula 1, en la que las estrategias han puesto la salsa que generalmente nos suele faltar en este circuito, y donde el pinchazo de Lewis Hamilton y la rotura de motor en la antepenúltima vuelta de Felipe Massa, han acabado de remover del todo los resultados, brindándole en bandeja la primera victoria en la F1 a Heikki Kovalainen.
En segunda posición ha entrado un magnífico Timo Glock, que para nada se ha encontrado este podium por casualidad, sino a base de rodar rápido en pista, controlar en todo momento las distancias, y saber cuándo se debe entrara a boxes si tu ritmo es frenado. Aunque la carrera de Kimi Raikkonen ha sido algo más gris, siempre estancado tras la estela de un sensacional Fernando Alonso (4º), el finlandés logró pasar al asturiano en la segunda parada y a partir de allí se dedicó a encadenar vueltas rápidas con las super blandas intentando cazar a Glock. No pudo ser, pero el tercer escalón del podium es un gran resultado para el Mundial vistos los papeles de Massa y Hamilton.
Una auténtica lástima la rotura de motor del brasileño, que estaba haciendo una carrera sensacional y se merecía la victoria, que hubiera dejado el Mundial nuevamente muy interesante (sigue estándolo, pese a todo). La salida al ataque de Felipe por el exterior a Hamilton ha sido preciosa y digna de aplaudir, pero la suerte no sonrió al brasileño. Sí que sonrió sin embargo a Hamilton, que pese a pinchar una rueda y tener que dar una vuelta entera muy lento al Hungaroring hasta reemplazarla, acabó 5º, y con la fortuna de mantener el liderato tras la rotura de Massa.
Finalmente, destacar que Nelsinho Piquet también puntuó con el segundo Renault (buena señal), y constatar algo que viene siendo cada vez más evidente en las últimas carreras: BMW Sauber se va para abajo. Ahora llega una pausa de tres semanas, y a la vuelta, el Gran Premio de Europa en el Valencia Street Circuit.
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