Hoy se cunplen 40 años desde que Jim Clark perdiera la vida en un fatal accidente durante la disputa de una carrera de Fórmula 2 en el rapidísimo circuito de Hockenheim en 1968. Para la mayoría, Jim Clark es simlpemente un piloto bicampeón del mundo (1963 y 1965), pero Clark era muchísimo más que eso. Clark estaba por encima de los números y las estadísticas. Era el símbolo de Lotus. La pareja Chapman-Clark eran Lotus. Y sobre todo, era el piloto de carreras por excelencia, habiendo disputado numerosas competiciones de prestigio: BTCC, 500 Millas de Indianápolis, Nascar, 24 Horas de Le Mans, Rallyes...
Aunque nunca lo haya visto correr, leer las hazañas de Clark me son suficientes para reconocerlo como uno de los más grandes de este deporte. ¡No te olvidamos, Jimmy!
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