Los efectos secundarios de ser campeón del mundo

Los efectos secundarios de ser campeón del mundo
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A estas alturas de partido creo que nadie tiene duda que Sebastian Vettel se proclamará campeón del mundo, sí o también, durante el próximo Gran Premio de Japón. Viendo la temporada del alemán, tan sólo una vez no ha conseguido finalizar en primera o segunda posición, el punto que necesita es tan sólo una pequeña parte de lo que conseguirá en Suzuka. Proclamándose bicampeón, a lo campeón (valga la redundancia) o lo que es lo mismo, venciendo la carrera.

Pero más allá del título, decidido hace demasiado tiempo, hace ya varios grandes premios que comenzó otra carrera, esta vez de cara a la temporada 2012. Viendo la superioridad de los Red Bull, en McLaren y Ferrari, y quizás en Mercedes GP, decidieron que era mejor pensar en la próxima temporada aunque mirando de reojo la actual. Una victoria, más, siempre puede darle una nueva capa de maquillaje al fracaso de verse incapaz de luchar por el título. Por ello, tanto británicos como italianos han seguido con su programa de mejoras.

Por su parte, Red Bull comenzará en Japón su placentero final de temporada. Con un cuarto de la misma aún por delante, un título asegurado y otro de camino, la mente de Adrian Newey se podrá centrar exclusivamente en 2012. Lo que implica que en los próximos grandes premios, el propio Sebastian Vettel podría convertirse en un conejillo de indias y el Red Bull RB7 en una mula de pruebas en toda regla.

En contra de esta medida, la ambición del propio Vettel de romper los récord de Mansell y Schumacher, de poles y victorias en una temporada respectivamente. También podría jugar en contra la lucha de Mark Webber por el subcampeonato y quizás en menor medida, asegurar el título de constructores, el más interesante ya que es el que entrega los premios monetarios.

Por otro lado, utilizar los grandes premios como test es la mejor manera de regatear a la limitación de la FIA. Desde que los motores se apaguen durante el próximo Gran Premio de Brasil, los equipos pasarán tres meses sin pisar el circuito, por lo que todo el tiempo que se pueda ganar, es trabajo que se adelantará para cuando comience la pretemporada 2012. Estoy seguro que Adrian Newey ya ha gastado más de un lápiz tratando de afinar un poco más el RB7.

Con normativa sin cambios de excesivo calado, el Red Bull RB8 debería ser una nueva revisión de uno de los monoplazas más efectivos de la historia, el RB7. Por ello, y por que un Fórmula 1 como el Red Bull es un todo, y no la suma de cada una de sus partes, todas estas mejoras, ideas o inventos podrán ser implementados en el monoplaza de esta temporada pensando en el año que viene. Ventajas de ser campeón del mundo…

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