Mejorando el espectáculo de la Fórmula 1: las parrillas invertidas y las mangas

Mejorando el espectáculo de la Fórmula 1: las parrillas invertidas y las mangas
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Después de haber hablado largo y tendido sobre las deficiencias del actual sistema de puntuación, toca el turno de sacar a la palestra una de las ideas que seguramente más variedad de opiniones generará: las parrillas invertidas y las carreras a dos mangas.

Seguro que los puristas de las carreras se tiran de los pelos cada vez que oyen este tipo de medidas que lo único que buscan es dificultar la victoria a la dupla piloto-coche que realmente es la más rápida. Desgraciadamente, para llegar a un resultado final de adelantamientos y carreras cerradas, se tiene que buscar la solución en la introducción de factores externos que apelen al desorden y que no lo dejen todo en manos de los pilotos y los coches.

Las parrillas invertidas no son más que eso: desordenar el orden lógico de salida para que los pilotos más rápidos tengan que remontar desde atrás. En el fondo, el actual sistema de clasificación, en el que entra en juego la estrategia para la carrera, ya hace, en menor medida, la labor de mezclar un poco la parrilla de salida, pero de una forma mucho más sutil que enviar al más rápido a la 8ª posición de la parrilla.

Personalmente, no me gusta la inversión de la parrilla. Reconozco que las carreras que se ven cuando pilotos punteros salen desde atrás por lo que sea, son especialmente interesantes, pero esta estrategia no acabo de verla en una categoría tan puntera y profesional como la Fórmula 1. ¿Por qué iba a tener que salir el piloto más rápido desde la 8ª posición? Nadie querría hacer la pole, está claro, y el espectáculo global del Gran Premio, desde mi punto de vista, se vería resentido.

A mí me encantaban esas sesiones de clasificación en las que no había límites ni estrategias de por medio. El más rápido se llevaba la pole. Con dos gotas de combustible, unas gomas “chicle” que duraban una única vuelta, y pudiendo poner reglajes distintos a los de la carrera del domingo. El que estaba en la pole era el que sabía sacar más velocidad pura de su monoplaza, el que sabía acercarse de manera más amenazadora al límite absoluto de adherencia de su coche, sin más historias artificiales de por medio. Esas sesiones eran preciosas de ver, tanto como la propia carrera.

Ayrton Senna, el calificador por excelencia

Sobre el tema de hacer dos mangas, una larga y una corta con parrilla invertida o soluciones por el estilo, debo reconocer que tampoco me seduce demasiado la idea. Es, por poner un ejemplo del mundo del fútbol, como si una final se disputase a ida y vuelta. Yo me quedo con el partido único y decisivo. Con LA carrera del domingo, los 300 km dándolo todo. Puede que aquí no tenga ningún motivo de peso para justificar mi opinión, pero vaya, siempre he pensado que dos mangas no hacen más que diluir la importancia de cada una de ellas, y eso no me gusta demasiado.

Ahora bien, ¿mejoraría el espectáculo tener dos mangas? Bueno, si tenemos en cuenta que la mayor parte de adelantamientos e incidentes se dan en el momento de la salida y las primeras vueltas, seguramente sí habría más espectáculo. Pero puestos a escoger, y si lo que queremos es evitar que los pilotos se distancien entre ellos y verlos rodar casi siempre juntos, tiremos de cultura racing americana y metamos periodos de neutralización para reagrupar el pelotón. ¿O no se pone la cosa interesante cuando aparece un Safety Car en la Fórmula 1?

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