Si no fuera porque su propia jefa de prensa lo ha confirmado, no me lo creería, pero sí, es verdad, Schumacher se metió a taxista por unos minutos y se puso al volante del taxi de un tal Tuncer Yilmaz para llegar a tiempo a coger un vuelo junto a su familia.
Lo del piloto alemán no es normal. Lleva la velocidad en la sangre y así lo demostró una vez más. Ni corto ni perezoso le pidió a un taxista si le dejaba ponerse al volante de su coche y éste no tuvo reparos en hacerlo. "De repente me encontré en el asiento del copiloto y con Schumi conduciendo mi coche. Fue increíble," aseguraba el sorprendido taxista.
Y lógicamente, como no podía ser de otra manera, la familia Schumacher llegó a tiempo para coger su avión. "Hizo unos adelantamientos increíbles y tomó varias curvas a gran velocidad," añadía el taxista, que se llevó una buena propina tras completar, estoy seguro, la carrera más increíble de su trayectoria profesional.
Vía | AS
