Parece que Sébastien Loeb ha despertado el afán del resto de pilotos de probar nuevas experiencias. Aunque también es cierto que antes del alsaciano han sido numerosos los que han buscado disputar otro tipo de competiciones, lejos de los rallyes. El RallyCross ha sido posiblemente una de las categorías más recurridas, en gran parte por el parecido de los coches y de las superficies en las que se disputa.
Los hermanos Solberg, Marcus Grönholm, François Duval son algunos de los pilotos del WRC que han probado suerte en este tipo de carreras, todos ellos con grandes resultados. Sin ir más lejos, Loeb se llevaba el año pasado la medalla de oro en los X-Games. Ahora es su compañero en Citroën, Mikko Hirvonen, el que también quiere correr en ella y no descarta competir esta misma temporada en alguna prueba.
El finlandés estuvo el fin de semana pasado realizando una exhibición al volante de un Kart Cross en la prueba de su país del europeo de RallyCross y quedó encantado con el ambiente. Si dentro de unos meses, Loeb disputará la prueba gala del mismo campeonato, en Loheac, Mikko quiere seguir sus pasos y utilizar el Citroën DS3 XL en alguna de las citas del calendario. El que parece que finalmente no correrá ninguna de ellas (aunque muchos se apresuraron a confirmarlo) es Sébastien Ogier del cual se había dicho que también competiría en Loheac con el Polo T16 con el que Sainz no pudo competir en Barcelona.
Quiero competir en un evento, pero quiero hacerlo bien. Yo estaba a punto de llegar a un acuerdo para correr aquí, pero hubiera sido en el último momento y no habría tenido tiempo para hacer un test. Petter está demostrando que no es fácil. Estoy muy emocionado con el Europeo de RallyCross y ojalá algún día pueda conseguir un coche, siempre y cuando sea un Citroën.
Vía | Autosport
