Siempre que llega el GP de Canadá nos acordamos de Robert Kubica. El polaco rodó en el circuito GIlles Villeneuve y, tras sufrir un grave accidente que le mantuvo una carrera fuera de la Fórmula 1, volvió para vivir un 2008 en el que llegó a liderar el Mundial de Fórmula 1 con un BMW-Sauber.
Y lo que le hizo liderarlo fue una victoria que seguro que tiene en mente este fin de semana. 2008 fue un año importante para el piloto polaco, ya que pudo demostrar su verdadero talento como piloto. Volvía con coraje, porque en 2007 sufrió un escalofriante accidente en el que incluso dio varias vueltas de campana. Robert se benefició de un accidente múltiple en el pit-lane en el que quedaron eliminados de la lucha Kimi Räikönen y Lewis Hamilton. Más tarde, Alonso también abandonó, por lo que Kubica solo tenía por detrás a su compañero Nick Heidfeld.
Nadie se interpuso entre el de BMW y su primera victoria en la Fórmula 1. Lideró el Mundial de Fórmula 1 y se convirtió en uno de los pilotos más valorados del campeonato. Ahora, años después, nos seguimos acordando de él, aunque tenga que ver desde casa, ya con victorias en rallys, su gran premio.
