Michael Schumacher calificó el sábado en séptima plaza y terminó tan solo décimo en carrera. Su gran premio se vió perjudicado por varios problemas, empezando por el toque con Alonso en la salida, y siguiendo por paradas en boxes especialmente lentas. Pero el heptacampeón ha declarado que en Melbourne se ha sentido más cerca de la cabeza de carrera aunque no lo parezca.
Schumacher no solo estuvo lejos de la cabeza de carrera, aunque con motivos, sino que se pasó toda la carrera luchando con De la Rosa y Alguersuari, sin aparentemente poder deshacerse de ellos con facilidad. A pesar de ello, el alemán no pierde los ánimos y explica su versión del fin de semana, alegando que las mejoras no se ven en los resultados, pero si se notan, si se analiza su fin de semana.
Analizando la clasificación, creo que tanto Nico como yo podríamos haber estado dos o tres posiciones más arriba. Yo tenía un set-up demasiado conservador, preparado sobretodo para la carrera. Además, tuve una pantalla de visera enganchada en mi alerón delantero, lo que me costó algo de tiempo. Habiendo salido más adelante, habríamos luchado por el podio. Todo esto significa que no estamos lejos, y estoy convencido que lo que viene será mejor. Yendo a Malasia, sabemos que hemos mejorado nuestro ritmo desde Bahrain, lo cual es bueno. Me divertí mucho luchando, aunque fuera por solo un punto, así que me volveré a divertir en Sepang.
Es evidente que, con razón, Schumacher tiene una confianza plena en su equipo y en sus propias capacidades. Me gustan el hecho que considere que Nico también podría haber estado delante. Sabe que es rápido y no hay que desmerecerlo. La verdad sea dicha, después de lo visto en los libres, me esperaba a un Schumacher algo por encima de lo que ví. Aunque reconozco que, de momento, prefiero esperar a Sepang. Al fin y al cabo, Lauda dijo que allí sería donde empezaríamos a ver al verdadero Kaiser. Además, el austríaco sabe un rato, de esto de retiradas y retornos exitosos a la Fórmula 1.
Vía | Autosport.com
