Es lo que tiene la lluvia, que le pone una salsa a los entrenaminetos y carreras que baña, que siempre hace que se disfruten de una manera especial. Hoy no ha sido menos en Monza, y una intensa lluvia caída durante toda la sesión, pero especialmente en mitad de la Q2, ha puesto patas arriba la parrilla de salida para el Gran Premio de Italia, y ya de paso, la lucha por el Mundial.
Lewis Hamilton, Kimi Raikkonen y Robert Kubica han visto como el aguacero de la Q2 caía cuando todavía no habían marcado una vuelta decente, y eso les condena a salir mañana en las posiciones 15ª, 14ª y 11ª, mientras Felipe Massa, el gran beneficiado, se metía en la Q3 y saldrá mañana 6º. El ingeniero de David Coulthard ponía la nota de humor explicando al escocés lo sucedido en la Q2 al final de la misma: “La buena noticia es que has superado a Hamilton y Raikkonen. La mala es que estás fuera de la Q3”.
A todo esto, y con una Q3 repleta de nombres poco habituales en la lucha por la pole, el que le puso más narices al asunto, y probablemente menos gasolina que algunos, fue Sebastian Vettel, que con una soberbia conducción le roba a Fernando Alonso el honor de ser el poleman más joven de la historia de la Fórmula 1. Completó la demostración de Toro Rosso una increíble cuarta plaza de Bourdais. Alonso, previsiblemente muy cargado de combustible, se clasificó en una inesperada 8ª posición.
Mañana, llueva o no llueva, nos espera un carrerón de esos que hacen época.
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