En la jornada de ayer Timo Glock no fue protagonista por su lucha con Charles Pic en el fondo del pelotón. Tampoco lo fue por conseguir un punto. Ayer Glock fue “simplemente” decimosegundo. El alemán vio como en los últimos compases de la carrera, los abandonos y errores del resto de pilotos le permitían ascender posiciones hasta situarse en un meritoria duodécima plaza.
El resultado podría pasar desapercibido pero si se trata de la lucha entre las tres últimas escuderías de la parrilla, un decimosegundo es casi una victoria. La posición cosechada ayer por Timo Glock permite que Marussia F1 Team adelante a Caterham en la general de constructores ya que mejora la decimotercera posición (Gran Premio de Mónaco) que la escudería británica tenía como mejor resultado en la actual temporada.
De acabar así la temporada, por primera vez en sus tres años de historia, Marussia no solo abandonaría el farolillo rojo, que pasaría a manos de HRT, si no que también superaría a Caterham en la general de constructores. De esa forma se podría valorar la decimosegunda posición en 10 millones de euros, que es la diferencia entre ser décimo o undécima en la clasificación. De poco o nada sirve que Caterham haya tenido un monoplaza superior e incluso haya coqueteado en ocasiones con la Q2. Un simple resultado puede acabar con la temporada.
De aquí a final de temporada, Caterham lo va a tener complicado para recuperar “su” décima posición. Las carreras con mayor número de abandonos suelen producirse al comienzo de la temporada y golpes de suerte como el de ayer en Marina Bay son escasos. Marussia F1 Team ha aprovechado la oportunidad y esos 10 millones de euros (que podrían representar un cuarto de su presupuesto total) es una inyección de moral para el equipo.
