Creo que todos recordamos todavía esa imagen. Como en 2008, el GP de Brasil puede volver a ser juez y decidir quién es el nuevo Campeón del Mundo de Fórmula 1 en 2009. En 2008 todos recordamos lo que pasó. Felipe Massa lideraba una carrera marcada por la lluvia. Cesó esta al final de la misma, y algunos pilotos se la jugaron montando gomas de seco esperando a que se secara el carril de trazada, cosa que no ocurrió. Massa cruzó la meta, y con Hamilton en sexta posición le bastaba al brasileño para ser campeón y así a medio mundo le pareció.
Pero un invisible Timo Glock que sufría por mantener el coche con slicks en pista, pasó desapercibido a todos y era adelantado en la última curva por el de McLaren: quinta posición para Lewis Hamilton, y a más de uno se le aguó la fiesta. Un final ajustado como pocos se recuerdan, y una carrera muy apasionante que quedará bastante tiempo grabada en el recuerdo de todos. También lo recordará de forma agridulce Lewis Hamilton, que puede perder el cetro en el mismo escenario en el que lo ganó.
Lamentablemente no podremos ver una situación semejante este fin de semana. A Rubens Barrichello nada le ayudará mejor que una victoria ante su público para disputarle el campeonato a su compañero de equipo Jenson Button. Pero con 14 puntos de diferencia, ni aún ganando el brasileño en Interlagos sin que puntúe su compañero de equipo le bastaría para ganar el título.
Pero si Jenson Button quiere llegar con cierta tranquilidad a Abu Dhabi, aunque sea sin el campeonato de pilotos decidido y en el bolsillo, tampoco se puede permitir tirarse a la tranquilidad. El británico tiene que cosechar la mayor suma de puntos posible. Su más directo rival, lo tiene en el box de al lado, y lo que no puntúe este fin de semana, le puede costar muy caro en el siguiente fin de semana de carreras.
A las malas para el equipo Brawn GP (todo puede pasar), en este último punto entraría Sebastian Vettel. Un hipotético caso en el que no puntúen ninguno de los Brawn GP en Brasil, y una victoria del alemán pondría los tres primeros puestos más al rojo que los toros de la marca a la que representa. Y de nuevo, retrasando la victoria y consecución del título de pilotos para la cita en Yas Marina.
Es difícil esta situación (no imposible) pero como está ahí, ya podemos esperar con qué miras saldrá el alemán, que ya el año pasado dejó buena sensación en Interlagos con el Toro Rosso. Además de tener la moral por las nubes tras la aplastante victoria en Japón.
En definitiva, que parece que el título esté más que sentenciado, peo ni mucho menos es así. Menos cuando de momento se anuncian lluvias intensas en Interlagos, las que influirían de nuevo en volver a ver un bonito panorama en pista y boxes. Ni a los que se les supone posibles vencedores se pueden dormir, ni tampoco los que están inmediatamente detrás.
La derrota dolería el triple al ser tan justas las diferencias. Y si no, que le pregunten a Felipe Massa, que lleva ya dos (2007 y 2008) y no aprende. Bueno, a despotricar y lamentarse a toro pasado parece que sí. Aunque este mismo reproche y crítica podría valer en un futuro tanto para Jenson Button, para Rubens Barrichello o hasta para un hipotético y rebotado Sebastian Vettel.
En definitiva, para el que termine el año como el primero de los perdedores (Ayrton Senna dixit) con tan poca diferencia de puntos. Mejor terminar luchando por un campeonato contra la barrera de neumáticos o rapiñando los puntos mientras hay posibilidad, que ni llegar a arañar como sea la diferencia. Así que no espero entre Brasil y Abu Dhabi nada más que gas a saco.
Se acabaron los errores inexplicables, las extrañas decaídas en rendimiento y las excusas. Los aficionados queremos sangre. Hablando deportivamente claro. El fin de temporada pinta para ser de lo más emocionante y disputado, y sería una pena que una victoria final absoluta por la mínima lo echara a perder.
Hay casi 20 pilotos en pista para evitar ésto, y cerca de 10 que tienen más posibilidades que los demás para evitarlo. Quién sabe, igual podemos hasta llegar a ver a un Jenson Button logrando un título bastante más sabroso de los que muchos nos imaginábamos. Pero si no se pone las pilas lo tiene todavía crudo. Que no se diga.
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