"En línea con los países más avanzados, se debe considerar la implantación de modelos de tarificación inteligente que adapten el precio en los carriles tarificados al nivel de congestión, garantizando el tiempo de viaje por los mismos pero manteniendo siempre una alternativa libre de pago en los accesos a ciudades o circunvalaciones".
Esta es la propuesta que se desprende de un informe realizado por la consultora A.T. Kearney para Seopan, la patronal de grandes constructoras y concesionarias. ¿Las ciudades propuestas? Madrid y Barcelona.
La liberalización de autopistas, un error
Según el estudio, en España solo el 18 % de las autovías y autopistas es de pago, lo que dificulta que el Estado pueda asumir a través de fondos públicos el mantenimiento y la inversión necesarios.
Las recomendaciones de Seopan para que España goce de un nuevo modelo social "y sostenible" de infraestructuras viarias pasa por un aumento en la inversión y por la introducción de carriles de peaje inteligente en los tramos para el acceso y salida a la grandes ciudades, y se han propuesto:
- Los accesos a Madrid por la A-1, A-2 y A-6 y algunos tramos de la M-40.
- Los accesos a Barcelona (de las ocho autopistas de entrada, cuatro ya tienen peaje en algunos tramos), como los tramos de la A-2, B-23 y C-58.
La patronal propone dos escenarios: uno con tarifas de 1 céntimo por kilómetro para vehículos ligeros y 5 céntimos por kilómetro para vehículos pesados y otro de 3 céntimos para vehículos ligeros y 14 céntimos para pesados.
Se trata de un sistema que aplica el cobro variable según la densidad del tráfico en ese momento -cuanto más tráfico, más caro-, estableciendo carriles rápidos que permiten una velocidad determinada. El pago por el uso de la vía se efectúa a través de una pegatina colocada en el coche.
Según el informe, la aplicación de este sistema, que se prevé que coexista con carriles libres de pago, reduciría la congestión entre un 30 % y un 50 % en las horas punta los días laborables y evitaría 150 horas al año en atascos por cada conductor.
Para defender su propuesta, Seopan asegura que en Alemania la tarificación de la red de gran capacidad genera unos ingresos brutos de más de 4.000 millones de euros al año, de los cuales 3.000 millones se utilizan en mejorar toda la red viaria.
Recordemos que en junio el Gobierno confirmó la eliminación de los peajes de las autopistas cuya concesión termina entre 2018 y 2021. Las tres autopistas que se liberalizarán de forma más próxima serán la AP-1 Burgos Armiñón, cuya concesión termina en noviembre de este año; la AP-4 Sevilla-Cádiz y la AP-7 Alicante-Tarragona, tramos que expiran a finales de 2019.
¿Los afectados? Itinere, Aumar (Abertis) o Acesa (también de Abertis) entre otros.
Algo que a la patronal no le gusta nada, pues asegura que tendremos 1.097 km menos de autopistas de peaje, lo que disminuirá aún más el ingreso medio por kilómetro de la red, que ya es "un 76 % inferior a la media de los países europeos". España se quedará así con unos 2.200 km de peajes, en comparación con los más de 9.000 km de Francia o los 6.000 km que hay en Italia.
Además, advierte que con la liberalización de autopistas de peaje se reducirán los ahorros en inversión de mantenimiento anual un 33 % y el retorno fiscal, un 45 %. El fin del mundo.
