El nieto conoce al abuelo: Mercedes S 63 AMG "Thirty-Five" vs Mercedes 300 SEL 6.8 AMG

El nieto conoce al abuelo: Mercedes S 63 AMG "Thirty-Five" vs Mercedes 300 SEL 6.8 AMG
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La imagen que encabeza el artículo está dedicada a todos los seguidores de la estrella, va por ellos. Porque dos elementos como son el Mercedes-Benz S 63 AMG y el Mercedes-Benz 300 SEL 6.8 AMG rodando por lo que creo que es Spa-Francochamps tiene que ser una imagen digna de guardar en la retina lo máximo posible si eres amante de los modelos más prestacionales de AMG.

Clásico y nuevo se ven las caras en esta galería para presentar una novedad, un sneak peek o vistazo previo a lo que veremos a partir del próximo mes de septiembre cuando Mercedes-Benz presente el nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG. Porque este modelo tan especial es eso, un adelanto al modelo de producción.

Obviamente, está equipado con el nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo del que os hablámos el marzo pasado y que pasará a ser la motorización básica del nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG. Básica, obviamente, es un eufemismo que me he permitido utilizar, porque ese propulsor es de todo menos básico.

Mercedes-Benz S 63 AMG Thirty-Five contra el Mercedes-Benz 300 SEL 6.8 AMG

Como decía, este Mercedes-Benz S 63 AMG “Thirty-Five” (en referencia al número que portaba el mítico 300 SEL 6.8 AMG) es un adelanto del futuro restyle al que se verá sometida la Clase S. Me ha costado encontrar los detalles diferenciadores, pero algunos hay. Aunque no podría afirmar que sean al 100% como los vemos, puesto que este S 63 AMG lleva puesto el mono de carreras.

En la delantera vemos como el spoiler central del paragolpes es diferente al Mercedes-Benz S 63 AMG actual. La parte central ahora parece de fibra de carbono y la rejilla inferior del paragolpes es diferente, más orientada o eso parece, a refrigerar los frenos delanteros.

En la trasera el cambio es más evidente y lo localizamos en las dos salidas dobles del escape. Antes estas salidas ovaladas y ahora pasan a ser trapezoidales, como en los nuevos modelos de la marca. La escasa luz no permite ver con precisión el difusor trasero, pero parece que también ha cambiado.

En cuanto a los laterales, los pasos de ruedas son mucho más anchos y a esto es a lo que me refería antes. Parecen demasiado radicales para montarlos en un modelo de producción tan elegante como es el Mercedes-Benz S 63 AMG, aunque hay que reconocer que las laterales del paragolpes trasero son exactamente iguales que el actual, aunque más anchos.

El S 63 AMG con el nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo

Nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo

Del nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo ya os hablámos con anterioridad, pero no sabíamos hasta ahora como afectarían todos los cambios que se le han hecho y lo que supone la rebaja en la cilindrada en casi 1.000 cc. Ahora sabemos algo más sobre él, gracias a este Mercedes-Benz S 63 AMG “Thirty-Five”.

Para empezar, la sobrealimentación y la pérdida de cubicaje suponen una reducción del 25% en los consumos del Mercedes-Benz S 63 AMG respecto al modelo equipado con el actual AMG V8 6.3. Traducido a cifras menos relativas, esto es un descenso de 3,9 l/100 km y eso es mucho teniendo en cuenta que deja los consumos del S 63 AMG en 10,5 l/100 km.

No está nada mal para un pepino de 544 CV y 800 Nm de par máximo. Eso siempre que no se opte por incluir en el paquete de compra el AMG Performance Package, que aumenta la potencia hasta los 571 CV y el par máximo hasta los 900 Nm.

Con estas nuevas prestaciones, el Mercedes-Benz S 63 AMG hará el 0 a 100 km/h en sólo 4,5 segundos (4,4 segundos con el AMG PP) y tendrá la velocidad limitada, como buen alemán, a 250 km/h. En el caso de montar el AMG PP, esta velocidad se autolimita a 300 km/h.

La caja de cambios también será una novedad en el próximo Mercedes-Benz S 63 AMG, ya que se dará paso a la nueva AMG SPEEDSHIFT MCT y se dejará de lado la actual Speedshift 7G-Tronic. También cuenta con siete relaciones y sustituye el convertidor de par por un sistema multidisco húmedo.

En el modo de conducción Controlled Efficiency, esta nueva transmisión tiene la función de Start&Stop y en lugar de arrancar desde parado engranando la primera marcha lo hace con la segunda, cambiando a marchas más largas a un régimen de revoluciones más bajo de lo habitual. Con esto se consigue reducir consumos y es gracias, en parte, al alto par entregado a bajas vueltas por el AMG V8 5.5 Biturbo.

Y creo que ya no me dejo nada más. Sólo quedan las imágenes que os dejo abajo y quedamos a la espera de septiembre para ver el nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG, y seguramente, nuevo Mercedes-Benz S 65 AMG.

En Motorpasión | Mercedes-Benz S 63 AMG y S 65 AMG, Nuevo motor AMG 55 V8 biturbo, más deportivo y económico

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