Mercedes-Benz G 63 AMG y G 65 AMG

Mercedes-Benz G 63 AMG y G 65 AMG
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Aunque desde sus comienzos el fabricante alemán Mercedes-Benz ha fabricado diversos modelos míticos que todo el mundo recuerda y recordará en un futuro, hay uno que tras treinta y tres años de historia sigue estando al pie del cañón, y no es otro que el Clase G, un todoterreno con mayúsculas, del que ya hablamos hace unos días.

Desde la división deportiva del fabricante, AMG, nos llegan los primeros datos oficiales sobre las versiones más potentes y salvajes de este Clase G. Hablamos del Mercedes-Benz G 63 AMG y del Mercedes-Benz G 65 AMG, que comparten la esencia del modelo pero cada uno a su manera, uno con un V8 bajo el capó y el otro con un V12.

De momento solo disponemos de imágenes del G 63 AMG, que recibe una actualización estética para parecerse a sus hermanos de gama más recientes, manteniendo siempre esa apariencia que define al Clase G, aunque con unas líneas bien marcadas, formas más musculosas y elementos como las luces LED de marcha diurna.

Mercedes-Benz G 63 AMG

G 63 AMG

Sólo con echar un vistazo al paragolpes delantero, que luce entradas de aire sobredimensionadas, ya podemos vislumbrar que esconde algo grande. Bien abriendo el capó o bien echando un ojo al distintivo del guardabarros delantero descubrimos que equipa un V8 Biturbo, en este caso de 5.5 litros de cilindrada y Euro5.

Este 5.5 litros V8 con doble turboalimentación desarrolla nada menos que 544 CV y un par motor máximo de 760 Nm. Gracias a estas cifras el G 63 AMG es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y alcanzar los 210 km/h (limitación electrónica) a pesar de sus dos toneladas y media de peso.

Con respecto a su antecesor, el G 55 AMG Kompressor (que supuso el 40% de ventas del G), este nuevo G AMG aumenta la potencia en 37 CV y el par motor máximo en 60 Nm. No obstante, también mejora el consumo en unos 2 litros, aproximadamente, marcando una media de 13,8 litros a los cien kilómetros, lo que supone un 13% de ahorro. Las emisiones de dióxido de carbono son de 322 g/km.

Mercedes-Benz G 63 AMG

Gran parte de culpa de este ahorro de combustible lo tiene, además del V8 biturbo, la transmisión AMG Speedshift Plus 7G-Tronic de siete velocidades que incluye un sistema ECO Start/Stop y tres modos de conducción.

El modo C (Controlled efficiency)es el más light de todos, con Start/Stop activado, mientras que los modos S (Sport) y M (Manual) son los más deportivos y circulando en ellos el Start/Stop está desactivado. Además, el ESP cuenta con diferentes programas de asistencia como el arranque en pendiente, asistente de remolque

Mercedes-Benz asegura que tanto la suspensión como el chasis han sido ajustados para conseguir la mejor dinámica posible y también la mayor suavidad de marcha, eliminando ruidos y vibraciones. Las llantas de serie son de 20 pulgadas y montan gomas 275/50 R20. De forma opcional se puede optar por unas llantas AMG de color negro mate.

Mercedes-Benz G 63 AMG

Como no podía ser de otra forma, el sistema de frenos para parar esta mole es de lo más impresionante, con discos de 375 y 330 milímetros (delante y detrás, respectivamente) y pinzas de seis pistones para el eje delantero. Las pinzas están pintadas de color rojo aunque pueden pedirse plateadas.

Por último, si echamos un vistazo al interior del G 63 AMG encontramos una instrumentación de nueva factura, junto a sistemas de entretenimiento e información de última hornada. Entre los opcionales más interesantes se encuentra el paquete de inserciones de carbono.

G 65 AMG

El plato fuerte de la Clase G es sin duda el G 65 AMG, el todoterreno de producción más potente del mundo según la propia marca. Exteriormente es casi como el G 63 AMG, aunque luce distintivos V12 Biturbo, unas llantas de cinco radios diferentes a las de la versión V8, de 20 pulgadas y con gomas 275/50 R20, y un interior con ciertas diferencias.

Mercedes-Benz G 63 AMG

El G 65 AMG esconde todo un 6.0 litros V12 biturbo de 612 CV y 1.000 Nm de par máximo (entre 2.300 y 4.300 RPM) en combinación con la transmisión AMG Speedshift 7G-Tronic de siete marchas y la tracción total. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y alcanza los 230 km/h. El consumo medio es de 17 litros a los cien y las emisiones de dióxido de carbono de 397 g/km.

El precio en Alemania de las versiones más deportivas del Clase G, incluyendo un 19% de impuestos, es de 137.505 euros para el Mercedes-Benz G 63 AMG y de 264.180 euros para el Mercedes-Benz G 65 AMG.

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