Los 'selfies' con coche y la extensión de mi identidad

Los 'selfies' con coche y la extensión de mi identidad
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Antes del fin de semana, Javier Álvarez nos estuvo mostrando las posibilidades que, desde un punto de vista artístico, nos brindan los actuales fotógrafos del Motor (parte 1, parte 2). Hoy, sin embargo, queremos darle la vuelta a la idea de fotografía y coches para encargarnos de una perspectiva no tan artística como social: los selfies con coche incluido.

Para quien no sepa lo que es un selfie, lo denominamos autorretrato muchas veces realizado con un móvil y poniendo cara de mira qué guapo estoy, y ya nos entendemos todos. Y cuando le colocamos un coche detrás, el selfie adquiere unos tintes que quedan a medio camino entre lo gangsta y la simple afirmación de la propia identidad. Más o menos.

El creciente desapego entre jóvenes y coches --que empezamos a detectar en 2012, nos planteamos como duda en 2013 y confirmamos hace unas semanas-- encuentra un curioso contrapunto en la publicación, por medio de las redes sociales, de selfies con coche que nos recuerdan que, pase lo que pase, hay cosas que nunca cambian.

'Selfies' con coche y libertad

Selfie con coche
"Soy joven, me siento guapo y tengo coche, por eso me hago selfies poniendo esta cara."

El coche sigue siendo esa extensión de la identidad de los conductores. Por algo las ventas de automóviles se asientan, por lo general y descontando las compras realizadas en episodios de crisis económicas, sobre bases mucho más emocionales que racionales.

En este contexto el coche contribuye (sobre todo pero no de forma exclusiva entre los conductores jóvenes) a componer una identidad, y esa identidad tiene que ver con los valores que nos aporta el coche y que se resumen en una palabra: libertad.

Libertad de movimientos, libertad de elección, libertad de decisión. Una libertad que, además, nos aporta un espacio propio, en ocasiones el primer espacio propio si en casa siempre hemos compartido cuarto con un imbécil al que denominamos hermano. ¿Cómo resistirme a fotografiar mi mundo, ahora que lo tengo? ¿Cómo evitar posar para mi cámara dentro de mi coche?

Selfie con coche
"Me siento joven y por eso me hago selfies, ¿algún problema?"

Este pequeño detalle último no es menor. Posar junto al coche puede equivaler a presumir de coche, a chulear, a hacer notar cuán exitosos somos y cuánto hemos conseguido hasta la fecha. Pero también puede servir como declaración de pasión por el automóvil. Quiero tanto a mi coche que me hago una foto de pareja con él, y quien no comprenda lo nuestro es que no entiende el amor.

Por el contrario, posar dentro del coche equivale a abrir nuestro mundo a los demás, pero desde la lejanía que impone una pantalla. En cierto modo, también equivale a presumir, pero de libertad. Mira qué chulo es mi castillo, mi territorio. Aquí hago lo que me sale de la punta de la palanca de cambios.

Tanto es así, que últimamente el fenómeno selfie está conllevando problemas de seguridad, y es que como hacemos del interior del coche una extensión de nuestro territorio más íntimo, nos comportamos a bordo del vehículo como si estuviéramos sentados en la cama de nuestra habitación. Es decir, el problema que está dando Vine.

Vine, o cómo hacer el memo al volante y grabarlo

Desde hace algún tiempo se viene fraguando un problema con esto de manejar la cámara cuando uno está al volante. Porque, como en todo fenómeno que se precie, está habiendo desmadre. Y si bien los primeros selfies eran autofotos realizadas por lo general con el vehículo quieto, ahora lo que se lleva es grabarse mientras uno conduce, es decir, usar Vine en el coche.

Es el paso lógico, desde el punto de vista del selfieadicto. Si hasta la fecha he compartido mi territorio con el mundo, ¿cómo voy a dejar pasar la oportunidad de mostrar al mundo mi día a día en el coche? Especialmente si me equivoco de calle o tengo que dar cien vueltas para aparcar, seguro que eso interesa a todos mis seguidores. ¿Cómo resistirse a esta tentación?

A partir de ahí, el problema que se genera conlleva falta de atención al volante, ya que la ejecución de un selfie en vídeo exige un mínimo cuidado por el encuadre y la interpretación. De hecho, algunos hasta luchan por lograr un selfie sonoro con el que deleitar a sus seguidores. Por respeto a vuestros oídos el siguiente vídeo está enmudecido. Para escucharlo, basta con activar el altavoz:

En definitiva, el fenómeno selfie con coche es algo que existe, está ahí y cada vez se impone más. Si sois uno de esos que no se resisten a utilizar la cámara dentro del coche, perfecto, pero a vehículo parado, por favor. Y si no, sabed que quizá alguno de esos coches que van de lado a lado en el carril albergue un aficionado a compartir su espacio y su identidad con todos los demás. Literalmente.

Foto | Matt Goodman, Union J News, Metalbeardo Vídeo | Britanny Furlan, Curtis Lepore

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