Hay personas que tienen sueños, otros se dedican a hacerlos realidad. Así de rápido podríamos resumir lo que ha ocurrido con este fascinante vehículo rojo de cuatro ruedas que puedes ver sobre estas líneas.
En efecto, se trata de un Porsche 911 GT3 RS, pero no es uno cualquiera sino uno sumamente especial. Todos los GT3 RS equipan de serie la caja de cambios PDK, terriblemente efectiva pero en contra de los principios más puristas, así que un hombre ha decidido solucionarlo con un coche único en el mundo: un GT3 RS manual.
Un GT3 menos rápido pero único en el mundo
La decisión de Porsche por ofrecer sólo la transmisión automática de siete velocidades con levas en todos los 991 911 GT3 RS fue una decisión prestacional: querían hacer el coche más rápido, sin concesiones, desterrando las menos efectivas cajas de cambios manuales.
Desapareciendo así las palancas convencionales del hasta ese momento el Porsche más radical provocó sarpullidos en los aficionados más conservadores. Uno de ellos fue Rob Janev de Illinois (Estados Unidos), quien decidió que iba a poner solución a este problema.
Janev decidió ponerse en contacto con los especialistas de BGB Motorsports (Florida) para coger su precioso GT3 RS rojo con menos de 2.000 kilómetros y transplantarle la transmisión manual de seis velocidades de un 911 R.
Lo que podría parecer como un simple cambio de caja de cambios se ha convertido en un rompecabezas donde el mayor problema no ha sido cambiar las piezas que son más o menos compatibles. Solamente el apartado eléctrico se ha llevado 60 horas de trabajo repartidas en seis semanas, implementando un nuevo hardware para que el Porsche reconociera como suyo un embrague y caja de cambios manual.
Después de un año de trabajo, planificación y varias semanas de trabajo duro, el resultado es un insólito espécimen, un Porsche 911 GT3 RS como no hay otro igual. ¿Entenderá Porsche el mensaje de Janev?
Nuevo, el GT3 RS cuesta 208.509 euros. Ahora este modelo está usado pero el precio que puede adquirir pasados unos años puede ser realmente estratosférico.
