Esta semana Hyundai nos ha invitado a la isla mediterránea de Cerdeña para conocer de primera mano el nuevo Hyundai i10, el pequeño urbano de la marca surcoreana, que crece algo en dimensiones y se renueva de pies a cabeza, tanto por fuera como por dentro.
Ya hemos conducido el i10 con las dos motorizaciones disponibles, el 1.0 MPI tricilíndrico de 66 CV y el 1.25 MPI de 87 CV, aunque todavía nos quedan unas cuantas horas de conducción por delante, que servirán para llevarnos a casa una idea más clara sobre qué ofrece este pequeñín.
De un vistazo ya nos damos cuenta de que el Hyundai i10 ya no es lo que era. A nivel estético gana, y mucho. Sigue la línea de los nuevos modelos de la casa y es mucho más atractivo que antes. A la entrada del hotel había un par de unidades del modelo saliente y...¡menudo cambio!
Las dos motorizaciones probadas se combinan de serie con un cambio manual de cinco velocidades, aunque en opción también se podrá elegir un automático de sólo cuatro relaciones. El tricilíndrico destaca por su suavidad, baja rumorosidad y pocas vibraciones, mientras que el 1.25 destaca por ser más enérgico que el primero y ofrecer mayores prestaciones.
Donde más sorprende el i10, no obstante, es en el aspecto interior, que también es mucho más atractivo que antes, pero sobre todo en la comodidad que ofrece gracias a la nueva plataforma, a la puesta a punto de la suspensión y a la trabajada insonorización del habitáculo. El paso adelante es importante en todos estos aspectos.
Dentro de unos días os ampliaremos nuestras primeras impresiones sobre el Hyundai i10, con todo lujo de detalles. ¡No te lo pierdas!
