Probamos el Lexus ES 300h: una berlina híbrida con mucho confort que actualiza lo justo su sistema de infoentretenimiento
La berlina ejecutiva Lexus ES lleva en el mercado nada menos que más de tres décadas: lanzada junto a la berlina LS en 1989, el ES es uno de
los modelos principales del segmento E Premium, y en su séptima generación estrena el nuevo sistema híbrido autorrecargable de la firma nipona.
Hemos podido probar el nuevo Lexus ES 300h con acabado Luxury en una primera toma de contacto y estas son nuestras impresiones.
Novedades en el diseño exterior
Tras 2,8 millones de unidades vendidas en su dilatada vida comercial, el Lexus ES llega en su última generación con cambios en el diseño exterior y en el habitáculo.
- Nueva parrilla característica de Lexus: número menor de barras verticales y el conjunto de componentes en forma de L.
|
alto |
ancho (Sin espejos) |
largo |
PESO EN VACÍO |
capacidad maletero |
|---|---|---|---|---|
|
1.445 mm |
1.865 mm |
4.975 mm |
1.740 kg |
454 l |
- Nuevos faros frontales: el diseño interior revisado promete una mayor nitidez y una mayor funcionalidad. Los modelos con faros monoculares cuentan con unas unidades más finas rediseñadas, mientras que las luces de triple haz incorporan el Control adaptativo de luces de carretera de tipo BladeScan en unos grupos más esbeltos.
- Las lentes exteriores se han mantenido, pero el diseño de las interiores se ha modificado para crear una expresión algo más refinada.
- Nuevas llantas de 17” y 18” y de 19” para la versión F SPORT.
- Nuevos colores: Elegante Gris Sonic e Iridio Sonic.
Novedades en el diseño interior
Al entrar al nuevo Lexus ES nos encontramos con un habitáculo envolvente, de materiales blandos y suaves al tacto, en general bien muy bien acabados.
Todo se dispone alrededor del conductor para que los controles queden a mano a la vez que el cuerpo queda recogido.
- Nueva pantalla táctil: la pantalla se ha adelantado 112 mm y se ha inclinado 5 grados más hacia la posición del conductor; ahora, además, es totalmente táctil.
- Nueva pantalla táctil multimedia de 31,2 cm (12,3 pulgadas): ahora disponible con cristal antirreflectante, el sistema es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
- Nuevo reloj analógico: adoptado de la berlina insignia LS y con un patrón en forma de L.
- Nuevos controles reposicionados y rediseñados para simplificar el manejo.
- Nueva imagen del cuadro de mandos: disponible en negro piano, con detalles metalizados en el panel del aire acondicionado.
- Nuevos colores: Kahlúa y Avellana para todas las versiones; interior blanco y negro para el F SPORT.
Cuarta generación del sistema híbrido de Lexus
El ES 300h se estrena en el mercado europeo con el último sistema híbrido autorrecargable de la firma premium. Cuenta con un motor de gasolina de 2.5 litros y ciclo Atkinson.
Para conseguir la eficiencia de la que hace gala se vale de puertos de admisión directa, mayores ángulos de las válvulas y asientos de las válvulas acabados con láser.
También monta un motor eléctrico AC síncrono de imanes permanentes, con una potencia máxima de 88 kW (120 CV) y un par máximo de 202 Nm. En total, la potencia combinada es de 218 CV.
Complementando el motor de combustión se encuentra una batería de hidruro níquel que alimenta el motor eléctrico y almacena la electricidad generada al circular y al frenar. Está situada bajo los asientos traseros, evitando penalizar la capacidad de carga del maletero.
Dinámica de conducción
Como hemos adelantado, el Lexus ES es una berlina donde prima el confort: la habitabilidad en las plazas delanteras es muy buena, y lo mismo ocurre en las traseras, donde un reposabrazos central hace las veces de control de climatización de las plazas traseras y de soporte doble para bebidas.
Si bien es cierto que durante la marcha se aprecian algunos crujidos del túnel central, en general es un vehículo bien ensamblado y con materiales de alta calidad y agradables al tacto, como el cuero Tahara.
Durante nuestra breve prueba dinámica a bordo del Lexus ES 300h (con tracción delantera) pudimos probar el acabado Luxury, que equipa espejos retrovisores digitales (D-View) y espejo retrovisor central también digital.
En el caso de los retrovisores exteriores, la calidad de la imagen es aceptablemente buena; las cámaras captan con nitidez lo que ocurre en los laterales y en la parte trasera del vehículo, y resulta sencillo adaptar el movimiento de la cabeza a la posición de las dos pequeñas pantallas cuadradas que se sitúan a los lados del volante, justo en el pilar A.
Así, aunque no estén demasiado integradas, la posición elevada de las pantallas evita movimientos de cabeza poco naturales, como sí nos ocurrió con el Audi e-tron Sportback.
En el caso del SUV eléctrico alemán las pantallas para ver a través de los espejos retrovisores digitales se integraban perfectamente en el panel de las puerta, pero su baja posición hacía bastante complicado habituarse a ellas.
En cuanto al espejo retrovisor interior del ES, optamos por utilizar el modo 'clásico' de espejo, puesto que la resolución en modo digital no es la mejor, y llega a marear.
Arrancamos y nos ponemos en marcha en una ruta de caminos angostos y sin asfaltar entre fincas rurales para los que el Lexus ES no ha sido creado, pero que sortea sin problemas.
La berlina se muestra ágil en giros cerrados y resulta muy silenciosa: la insonorización es más que buena y nos recuerda inevitablemente al eléctrico de hidrógeno Toyota Mirai, con quien comparte la plataforma modular GA-L.
En autopista el ES muestra gran confort de marcha y el motor de gasolina 2.5 solo se nota solo cuando le exigimos, con un empuje muy lineal. En cuanto al sistema de infoentretenimiento, nos quedamos con un sabor de boca agridulce; si bien ha sido rediseñado y ahora la interfaz se ha simplificado con respecto a la generación anterior, la navegación resulta a veces imprecisa.
La transmisión E-CVT es precisa y comunicativa, y se nota una mayor rigidez en el pedal de freno, que ha sido rediseñado con una mayor superficie de presión del pie.
La dirección es muy asistida y en carretera apenas hay que hacer esfuerzo sobre el volante mientras que la suspensión trasera, que ha sido revisada, ofrece bastante estabilidad.
El ES homologa un consumo en ciclo mixto de 5,2 litros /100 km, que hemos de decir cumple. Hicimos nuestra ruta en modo ECO (con el tramo final en modo Sport), aprovechando las pocas bajadas para recargar la batería y arrojó un consumo de 5,4 litros/100 km.
En resumen, se trata de una berlina con gran confort de marcha, consumos comedidos y alguna que otra mejora, pero que llega con buenos argumentos. El precio de partida de la versión tope de gama que probamos, Lexus ES 300h Luxury, parte de los 72.000 euros.
Por su parte, la gama ECO parte de los 48.500 euros.
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