Garabatos en el suelo: la táctica de este pueblo para reducir la velocidad sin radares ha funcionado

Garabatos en el suelo: la táctica de este pueblo para reducir la velocidad sin radares ha funcionado
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Las travesías, ese tramo de carretera convencional que atraviesa una población, son habituales en no pocos pueblos. Lo que significa que los conductores que circulan por ellas deben cambiar el chip y reducir la velocidad. Algo que no siempre se consigue.

Para atar en corto los excesos de velocidad en España se opta por colocar radares (normalmente móviles), aunque también dispositivos fijos como paneles de aviso de velocidad o semáforos que se ponen en rojo si se rebasa el límite. Pero un pueblo francés ha optado por una medida completamente distinta y llamativa. Y parece que está funcionando.

En vez de badenes o semáforos, llenar de líneas el asfalto

Bauné
Entrada al municipio de Bauné desde la D74

Se trata del Bauné, un pequeño municipio de menos de 1.700 habitantes de la región de Países del Loira, ubicada entre Anger y Le Mans. Esta comuna gala tiene la particularidad de estar atravesada por varias travesías: hasta tres carreteras convencionales la cruzan, la D74, la D82 o la D116. Algunas de ellas, confluyendo en cruces.

En estas vías, los coches pocas veces cumplían con el límite a 30 km/h impuesto. Desde el ayuntamiento valoraron varias medidas como colocar badenes, radares o semáforos. Pero finalmente tomaron una decisión radicalmente distinta, más barata y que se puede revertir. Y es que lo señalan como un mero experimento.

En concreto, lo que han hecho en uno de los cruces donde confluyen dos de estas travesías es pintar líneas sobre el asfalto a lo loco: curvas y entrazadas entre sí e integradas con marcas viales oficiales, como una línea de detención ante un STOP.

Estas curiosas marcas viales, aunque no lo son en realidad, se inauguraron el 12 de julio de este verano. Y de momento parece que está sirviendo, porque los excesos de velocidad se han reducido. O al menos así lo sostiene su alcalde,  Jean-Charles Prono. "Por el momento, está funcionando", aunque también admite que son confusas: "Soy consciente de que puede resultar desorientador y que debemos tener cuidado, especialmente con las personas mayores".

La iniciativa ha provocado todo tipo de reacciones en redes sociales y hay usuarios que la califican de peligrosa, al poder confundir a los conductores. "Pensé que era una broma, pero no es así", comenta Bastien Bgt un usuario en Facebook que ha compartido también varias fotos de este ahora pintoresco cruce.

Pese a su efectividad, no es que vayan a llenar el pueblo de tramos con estas líneas. Y es que por seguridad sólo pueden colocarse en vías de un único sentido o no se diferenciarían bien los carriles. Sería peor el remedio que la enfermedad.

Marcas viales para invitar a reducir la velocidad. Usar marcas viales como medicina contra los excesos de velocidad no es exclusivo de Francia. Aquí en España la DGT y ayuntamientos están probando nueva señalización experimental precisamente para lograr que los conductores vayan más despacio. Por ejemplo, los denominados dientes de dragón.

Dientes de dragón DGT

Tráfico los ha implantado en Nava de Roa (Burgos), en la travesía de la N-122. Y el consistorio de Rivas-Vaciamadrid (Madrid) igualmente ha colocado estos dientes de dragón en varias de las entradas, algunas de ellas que enlazan con la autovía A-3.

Otro ejemplo lo encontramos en las líneas verdes continuas, paralelas a la demarcación del arcén. En su caso la DGT las implanta en carreteras convencionales e indican que se trata de tramos controlados por radar.

Pero a nivel visual lo que hacen es crear un efecto de estrechamiento de la calzada, que induce a los conductores a ir más despacio. Exactamente el mismo cometido que los dientes de dragón y el de las líneas que ya adornan el cruce de Bauné.

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