¡Brutal! Un Bugatti Veyron y un burnout de 40.000 euros en neumáticos desintegrados en segundos

¡Brutal! Un Bugatti Veyron y un burnout de 40.000 euros en neumáticos desintegrados en segundos
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Tener mucho dinero te permite disfrutar de todo lo que puedas imaginar. Coches, coches caros, coches absurdamente caros y luego están esos coches tan prohibitivos que incluso son raros de ver en Internet. Pero el vídeo que os traemos hoy va aún más allá porque es algo que hasta ahora no habíamos visto: un Bugatti Veyron haciendo burnouts sin compasión.

El ultradeportivo francés es una máquina incomparable (bueno, con permiso del Chiron) diseñada para ser uno de los coches más rápidos del mundo en línea recta (o casi recta) y batir récords de velocidad al mismo tiempo que lo envuelve todo en un halo de glamour, sofisticación y tecnología diseñadas en exclusiva para él.

Cuatro neumático aniquilados y un fallo de motor

Bugatti Veyron Burnout 4

En concreto esta unidad es sumamente exclusiva. El Veyron fabricado por Bugatti pasó por las manos de Mansory para convertirse en el Bugatti Veyron Mansory Linea Vivere, de los que sólo hay dos unidades en el mundo. Decoración única, más fibra de carbono, luz de día integrada en el paragolpes, interior totalmente a medida... Toda una rareza.

Durante la primera parte del vídeo podemos ver cómo preparan el crimen y conocemos de cerca detalles del Veyron como que la fiebre por la fibra de carbono es tan alta que se propaga incluso al interior de los pasos de rueda. Todo es refinado y tan perfecto como los pares de torsión exactos con los que se tienen que apretar los tornillos de las ruedas o saldrían disparados al soportar las inercias a las altísimas velocidades que es capaz de alcanzar.

Quizá de lo más relevante en este caso es que los neumáticos Michelin específicos para el Veyron que se consumen en cuestión de segundos cuestan 10.000 euros cada unidad, lo que hace convierte a este burnout en el más caro del mundo con un coste inicial de 40.000 euros. Y es que los cuatro neumáticos se desintegran, los delanteros incluidos gracias a la tracción integral de esta bestia.

Pero aún hay más, porque el vídeo podría haber salido mucho más caro. En pleno éxtasis de humo y goma quemada el motor del Veyron se apaga ante la atónita mirada de su conductor, el propietario de Royalty Exotic Cars. Al llevarlo de vuelta al taller la centralita reveló que el coche se puso en modo de seguridad por el exceso de humo que estaba entrando al motor.

Bugatti Veyron Burnout 2

Al ver los neumáticos es fácil darse cuenta de que una bestia con 16 cilindros, cuatro turbos, 1.200 CV y 1.500 Nm de par motor con tracción a las cuatro ruedas puede hacer otras cosas además de ir rápido en línea recta. No serán cosas muy productivas ni baratas, pero sí son realmente espectaculares. Si te las puedes permitir, claro.

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