Hoy domingo no os vamos a traer un Dolorpasión™. Hace demasiado calor como para castigarnos con algo así. Lo que vamos a ver hoy es cómo un imbécil está a punto de provocar un grave accidente por demostrar sus escasas dotes de conducción con un Ferrari LaFerrari de color negro.
La escena es muy típica, el conductor del Ferrari LaFerrari llega a un cruce que está lleno de car spotters, esos jóvenes que se agolpan en las inmediaciones de los eventos donde saben que van a ver muchos supercoches para grabar vídeos y colgarlos en YouTube. Cuando se detiene en el cruce, uno de los chavales le anima a pisarle a fondo para grabarlo en vídeo. El resto, tendréis que verlo vosotros mismos...
El conductor se viene arriba, y sale haciendo derrapar la parte trasera del coche sin ver que en sentido contrario se acercaba un Citroën C3 Picasso que circulaba ajeno a lo que estaba pasando. Las ruedas posteriores del coche quedan marcadas en el asfalto mientras la rueda trasera derecha se acerca peligrosamente al margen de la carretera, a la hierba.
El conductor tiene que rectificar el derrapaje para no irse a la hierba, y eso le lleva hacia el carril contrario por el que venía el C3 Picasso. Pasa a escasos centímetros y a punto está de golpear al otro coche, y si tenemos en cuenta la capacidad de aceleración de un coche como el LaFerrari, podemos imaginar lo que hubiese ocurrido en caso de impacto.
Todo esto nos sirve para recordar una cosa. Los coches son divertidos, pero también son juguetes muy peligrosos, no solo para quien los conduce, sino también para el resto de usuarios de la vía pública. Si quieres hacer derrapadas con el coche que sea, apúntate a unas tandas en circuito.
