El pensamiento sostenible no sólo se limita a cuánto o cómo consuma un vehículo. Para ser conscientes de la huella medioambiental de cada desplazamiento debemos tener en cuenta muchos otros factores que van más lejos que los residuos de quemar combustibles fósiles.
Las normativas anticontaminación están comenzando a llegar también hasta a los frenos, y es que no hay que olvidar que mediante la fricción también se generan residuos. Adelantándose a estas nuevas normativas con origen en Estados Unidos, Ferodo presenta sus nuevas pastillas Eco-Friction que dejan a un lado los metales pesados y eliminan el cobre de su composición. Pero, ¿frenarán igual? Te lo contamos.
Menos metales para un kilometraje superior
Situándose no sólo por debajo de los requisitos exigidos, sino que se adelanta a la conciencia ambiental antes de que llegue oficialmente a los frenos, Ferodo se coloca a la vanguardia en cuanto a lo que podríamos llamar frenada verde.
En los estados de Washington y California ya se han aprobado normativas que exigen una reducción del cobre dentro de los materiales de fricción de los equipos de frenos. Para 2021 será obligatorio que las pastillas tengan menos de un 5% de cobre, y para 2025 el límite se establecerá en el 0,5%.
Por supuesto que estas leyes no son ajenas al resto del mundo, ya que antes o después se irán extendiendo por el resto de los países igual que ya ha pasado con otras regulaciones anti-polución.
La nueva generación de pastillas Ferodo Eco-Friction son el producto fruto de cinco años de investigación en los que se han probado más de 1.500 compuestos diferentes. El resultado son unas nuevas pastillas más respetuosas con el medio ambiente, con más de 25 componentes distintos, que se adelantan a las regulaciones que están por venir.
El cobre es uno de los componentes principales en los equipos de fricción encargados de detener todos nuestros vehículos. Por lo tanto, al eliminar el cobre en las pastillas de freno, nos encontraríamos con una pérdida de capacidad de frenado o en la durabilidad.
Este handicap es el que se ha enfrentado Ferodo con el desarrollo de su nueva gama Eco-Friction. Para lograrlo se han centrado en una reducción de las emisiones por pérdida de masa, es decir, que pierden menos peso a medida que se desgastan con el peso de los kilómetros, por lo que generan menos residuos.
Frente a la emisión de partículas de cuatro metales pesados en los componentes tradicionales (hierro, cobre, zinc y antimonio) las pastillas Eco-Friction sólo dejan residuos de hierro. En la siguiente tabla podemos ver cómo la pérdida de miligramos por kilómetro se reduce a medida que aumenta la distancia recorrida.
| Kilómetros | Eq. original | Eco-Friction |
|---|---|---|
| 192 | 40,10 | 53,13 |
| 384 | 28,65 | 32,29 |
| 2.496 | 27,08 | 21,09 |
| 7.104 | 23,44 | 9,38 |
Otra de las ventajas que ofrece esta nueva generación de pastillas ecológicas, fruto de la menor pérdida de peso por desgaste, es una mejor durabilidad. Según la propia marca se ha pasado de una duración de 35.000 o 40.000 km para las pastillas convencionales a unos 50.000 km de media. De ser cierto es una diferencia más que notable.
Al nivel de la competencia tradicional, como poco
Pero como para conquistar a los clientes hay que hacer algo más que llevar una etiqueta verde, las pastillas Ferodo Eco-Friction también son más efectivas si nos ponemos a analizar las frenadas metro en mano, algo que pudimos comprobar en primera persona. O lo intentamos.
Para mostrarnos las bondades de su último producto, Federal Mogul nos llevó hasta el circuito de La Selle en las proximidades de Nápoles para mostrarnos mediante la adquisición de datos y unos dispositivos GPS las diferencias que había entre el mismo coche con pastillas de serie y las Eco-Friction.
Con dos parejas de coches a nuestra disposición, dos Volkswagen Golf y dos Fiat 500, uno de cada con pastillas Eco-Friction y los otros dos con el equipamiento de serie, salimos a la corta pista italiana con la misión de realizar tres frenadas de 85 km/h a 0 km/h con cada coche.
La mayor diferencia que se notaba entre una pastilla y otra era la de tener un tacto más seco, más directo, en el caso de las Ferodo al primer recorrido del pedal. Y digo la mayor diferencia porque al final de la jornada los resultados no fueron demasiado concluyentes, ya que en el caso del Golf la distancia de frenado fue 46 cm mejor para el equipo de serie, mientras que en los Fiat 500 sólo había 4 cm a favor de las Eco-Friction.
Sobre el papel, y con variables mucho más acotadas (en nuestro caso no todo el mundo hizo las frenadas con los cuatro vehículos ni a la misma velocidad, por ejemplo, lo que hace desconfiar de los resultados) Ferodo testó con seis vehículos distintos bajo estrictas condiciones y la certificación de MIRA. Los conejillos de indias fueron Volkswagen Golf, Fiat 500, Ford Ka, Renault Clio, Fiat Ducato y Peugeot Boxer.
Con cada uno de estos vehículos se realizaron frenadas en seco a velocidades de 100 km/h y 115 km/h consiguiendo en todos los casos una media de valores que mejoraban entre un 5% y un 17% la distancia de frenado. O lo que es lo mismo, conseguían detener el vehículo entre 6 y 16,7 metros antes.
En el peor de los casos habría que reconocer que sólo igualando la capacidad de frenado de los compuestos convencionales, la gran reducción en las emisiones de cobre y metales pesados, además de una durabilidad superior, supone un punto a favor de las Ferodo Eco-Friction.
Los buenas cualidades mostradas por las Ferodo Eco-Friction ya han servido para que los dos primeros coches europeos salgan con estas nuevas pastillas de fábrica. Los Mercedes-Benz Clase C y los Audi A4 ya equipan pastillas Eco-Friction desde marzo de 2014 y septiembre de 2015 respectivamente.
Y por si teníais la duda en mente, la gama de modelos para los que las Eco-Friction están ya disponibles para el 90% de los modelos, y este mes de julio la previsión es que la oferta esté cubierta en un 95%.
