Chris Davies, miembro del Parlamento Europeo (en representación del Noreste de Inglaterra) ha afirmado: “entre 1994 y 2004 la potencia de los automóviles nuevos creció en un 28%, haciéndolos mucho más pesados e incrementando la cantidad de CO2 que emiten, incluso cuando ningún país ha elevado los límites de velocidad como para permitir que los automóviles puedan usar la aumentada potencia”. Sí, es cierto.
¿Pero por qué? Los requisitos cada vez más estrictos de seguridad hacen que los coches engorden (materiales, peso de los sistema de seguridad, más protección) comparados con sus antecesores y eso implica más potencia para que se muevan bien. Pensemos también en el equipamiento, material insonorizante… Ya nadie se imagina un Renault Clio movido por un motor 0.8 de 50 CV, o que una berlina de representación asfixie un turbodiesel de 90 CV. Esta propuesta se debatirá en Otoño.
Voy a romper la lanza, me parece una monumental estupidez. El problema de los motores no es su potencia máxima, es cuánta se usa. El utilitario más incapaz del mercado supera los 130 Km/h, incluso muchos son capaces de alcanzar 150 Km/h. Si pedimos una lista de automóviles que superan los 163 Km/h, vamos a darnos de bruces con la inmensa mayoría del mercado. ¿A qué ha venido la foto del Fiat 500? Ahí teneis a un serio candidato a ser prohibido.
Un utilitario normal puede alcanzar 180 Km/h, un compacto 200 Km/h, berlinas 220 Km/h… y ninguno de ellos sería considerado “deportivo”, es decir, no me refiero a Cupras, ST, FR, Type R, Brabus ni nada parecido.
Sería como prohibir la 5ª y la 6ª velocidad. Sirven para bajar el consumo, las emisiones, el ruido y las vibraciones, pero por otro lado, aumentan la velocidad máxima que alcanza el vehículo. Es un disparate. Está claro que si a una berlina de 1.500 Kg. le ponemos un motor de 80 CV no va a correr, y va a emitir menos dióxido de carbono, pero le va a pesar el culo una barbaridad. Y si a cualquier todocamino le ponemos un motor 1.8 de 120 CV, seguro que no alcanzará los 200 Km/h, y de paso, se morirá subiendo una cuesta de poca inclinación.
Esperemos que esta propuesta se quede en propuesta, y vengan soluciones de verdad. Otra cosa sería que ningún vehículo de fábrica pudiese superar esa velocidad (mediante limitadores y no capando el motor), al menos no se comprometería el uso racional de los motores que hoy día son necesarios. O eso, o renunciamos a los avances en seguridad y volvemos a las cajas de muertos de 700-900 Kg, con la misma protección contra accidentes que una cápsula Apolo.
Fuente | Autoblog
