Una start-up enseña a los coches autónomos a entender a los humanos... y predecir sus acciones

Una start-up enseña a los coches autónomos a entender a los humanos... y predecir sus acciones
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"Entender a los humanos es el problema más difícil para los vehículos autónomos... y lo hemos resuelto". Así se presenta la start-up con sede en Boston Perceptive Automata, que enseña desde 2016 a las máquinas dotadas de inteligencia artificial a interpretar los movimientos e intenciones de las personas, de forma que puedan realizar juicios y anticipar nuestras acciones. Es decir, la tarea más difícil de todas: comprender el comportamiento humano.

Neurociencia y psicología para predecir la intención de los demás

coches autonomos

Lejos de ejecutar movimientos basados ​​en la geometría, la ubicación y la trayectoria, como podría hacerlo un coche autónomo, los humanos conducimos de forma imperfecta, pero interpretamos las señales que recibimos del resto de individuos.

Cosas que para un humano pueden resultar fáciles de anticipar, como que si alguien va mirando el móvil mientras camina sobre una zona de obras es probable que tropiece, o alguien que indica con la mano que sigamos adelante significa que no quiere cruzar... comportamientos que resultan un dilema para los coches autónomos.

Cuando en cofundador de Perceptive Automata comprobó la gran cantidad de interacciones y señales, sin llegar a decir una palabra, que se producen en plena calle, preguntó a varias compañías que desarrollaban vehículos autónomos cómo estaban abordando el problema de descifrar el nivel de intención y conciencia de un peatón. Y la respuesta fue que ninguna sabía cómo. Bueno, algunos han apostado por poner 'ojos' que mejoren la interacción entre coche y peatón, pero no resuelve el problema.

Así que este equipo ha desarrollado, a través de técnicas de neurociencia y psicología, una tecnología que desarrolla su propia intuición, similar a la humana, y aseguran que puede percibir, por ejemplo, que alguien quiere cruzar aunque no hayan comenzado a caminar. La materia prima la conforman datos de sensores de vehículos que muestran interacciones con personas (peatones, ciclistas y otros conductores).

Perceptive Automata aplica la psicología cognitiva, la neurociencia y la psicofísica a su módulo de intuición humana, y aseguran que ya está funcionando en los vehículos de empresas de todo el mundo.

Además, ajustar el algoritmo de los vehículos autónomos conseguirá que realicen una conducción más natural, sin paradas abruptas y sobre todo que no irrite al resto de conductores. Como ya dijimos, los coches autónomos tienen una conducción demasiado perfecta, y eso también es un problema.

Foto | Perceptive Automata

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