El Rimac Concept_One se enfrenta a otro monstruo sagrado, el Bugatti Veyron (después de merendarse a un Porsche 918 Spyder y a un Ferrari LaFerrari). Ambos modelos juegan en la reducida liga de los más de 1.000 CV y ambos sirven para demostrar el saber hacer y la tecnología de sus respectivas compañías. Bugatti es la excelencia en ingeniería mecánica del grupo VAG, mientras que Rimac se presenta como uno de los actores principales del coche eléctrico, aunque en la sombra (entre sus clientes cuentan con Tesla y el grupo Daimler).
Sin embargo, no podían ser más opuestos en términos de propulsores. El Bugatti Veyron equipa una mini central nuclear: 16 cilindros en W de 8.0 litros de cilindrada total sobrealimentados por cuatro turbos para entregar un mínimo de 1.001 CV. El Rimac, por su parte, cuenta con 1.088 CV gracias a sus cuatro motores eléctricos -uno por rueda en el centro de cada eje- y su batería de 82 kWh.
Un automóvil deportivo es algo más que cifras y datos, son sensaciones. O eso debería ser. Así, Maté Rimac (CEO y fundador de Rimac Automobili) le prestó a William Alexander Sidney Herbert, Earl of Pembroke, su Conept_One, mientras Rimac probaba el Bugatti de Pembroke. El Earl of Pembroke es fundador del Wilton Classic & Supercar, un evento similar en su concepto al Goodwood Festival of Speed ideaqdo por el Lord March.
¿Por qué Pembroke? Principalmente porque un Bugatti Veyron y -probablemente- necesite dar a conocer el Wilton Classic & Supercar. (Es que como Goodwood, no hay otro evento en el mundo). Así, ambos probaron el hypercar del otro en este vídeo grabado por las fantásticas carreteras de la costa de Croacia. Es una pieza en la que los simbolismos no están ausentes, es la modernidad frente a la tradición, la meritocracia frente a la nobleza.
En Motorpasión | Rimac Concept_One, 1.088 CV de deportivo eléctrico
