Harto de enfrentarse a emetreses y Eurofighters, el Bugatti Veyron se ha buscado otro rival, con más o menos categoría, pero que de cualquier forma, le moja la oreja en esta singular carrera de aceleración.
Su nuevo rival no es otro que el futbolista del Manchester United, Cristiano Ronaldo, y por la cara que se le queda cuando ve llegar esas manada de 1.000 CV, no se le ve con mucha fe para afrontar el reto.
Obviamente, se trata de una campaña publicitaria, con algo de marketing viral y acompañada de algo de ciencia ficción. Nadie en su sano juicio se creerá que un superclase como el futbolista portugués podría sucumbir ante la potencia que transmite a las ruedas un motor W16 8.0 con cuatro turbos...
P.D.: Creo que no hace falta decir que la última frase es ironía pura y dura, ¿no?
Vía | Historias del Motor
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