No es una carrera, ni ninguna competición. Simplemente es una jornada de tandas libres en Nürburgring y este hombre barbudo se dispone a disfrutar de su ligero Mazda MX-5 modificado dentro del Infierno Verde. Se dispone a salir a pista y nada más incorporarse un Ferrari 488 y un Porsche 911 GT3 RS pasan volando.
¿Podría el pequeño biplaza japonés coger a los dos deportivos europeos? Pues aunque parezca que no, resulta que sí. Con un nuevo turbo soplando al cuatro cilindros, suspensiones modificadas y poco más, el tipo de la barba frondosa, compañero instructor de Serxio en Nürburgring (quien se marcó un 8:37.7 con otro MX-5 casi de serie), se pone a rebufo de los dos pura sangre. ¿Podría adelantarlos? Seguramente sí...
... pero mejor dejarlo para otro momento. El joven del Mazda pide paso en alguna ocasión, pero al no verlo claro no mete el coche.
Sin duda que parece ir considerablemente más rápido el MX-5, pero puede ser por una simple cuestión de no arriesgar más de la cuenta con un coche que vale cientos de miles de euros frente a otro que no llega a los 10.000. Porque aquí, una vez más, tenemos la comprobación que la diversión no es proporcional al dinero que te gastas.
¡Disfruta de tu coche! Aunque sea una tartana.
