Y ahora, un día de mierda (literalmente) cuando explota a tu lado un camión de desatrancos

Y ahora, un día de mierda (literalmente) cuando explota a tu lado un camión de desatrancos
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Un día malo siempre tiene margen para empeorarse. Sólo hay que seguir unos pasos muy sencillos si quieres que una jornada rutinaria, monótona y sin perspectivas de futuro se convierta en un auténtico y genuino día de mierda. Pero no de forma figurada, sino un día de mierda literal.

Imagina que trabajas para una empresa de desatrancos, vas de acá para allá en tu camión cargado con tu inseparable olor a heces ajenas. Imagina que a ti, a algún compañero de la empresa o a tu jefe se le ha olvidado revisar la válvula de seguridad que libera la presión de la cuba. Imagina que los residuos biológicos que ocupan hasta arriba la cisterna empiezan a generar gases que no pueden escapar y la presión sube hasta que... ¡BOOM! Lluvia de caca.

¿A que ahora, después de ver el marrón (guiño) que les ha caído a esos empleados ya no te parece que tu día sea tan malo? Bueno, y al taxista que iba justo detrás no creo que le haya hecho tanta gracia como al de la cámara. Y menos mal que el conductor del autobús y el del Hyundai llevaban las ventanillas subidas.

Ya no mirarás con la misma indiferencia a los camiones de desatrancos, y menos en un atasco.

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