La electricidad como salvación de los petrolheads

La electricidad como salvación de los petrolheads
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En inglés definen a los entusiastas de la automoción como petrolheads o "cabezas de gasolina" traducido literalmente al castellano. Un petrolhead es amante de los coches, de la competición y de quemar gasolina... ¿qué futuro nos espera a los que disfrutamos tomando curvas mientras sentimos el ruido del motor y del tubo de escape?

En principio, con la electrificación del parque móvil, perderíamos el placer de escuchar rugir nuestros motores, de sentir cómo se estira un motor hasta el corte de inyección mientras realizas los cambios de marcha utilizando técnicas de conducción imposibles en un vehículo sin transmisión o límites termodinámicos como es un coche eléctrico.

Pero, precisamente en el coche eléctrico, puede que se encuentre la solución a los amantes de la gasolina. ¿Qué sentido tiene desperdiciar un 70% de la energía que pagamos para ir a trabajar, comprar el pan, etc.? Pues simple, ninguno. Pensar que de esos 6, 7 ó 15 l/100 km que nuestro coche consume un 70% se van en contaminar es más que preocupante.

Cadillac Escalade
Cadillac Escalade, el ejemplo perfecto de derroche energético

Cuanto mayor sea el uso del automóvil convencional, mayores serán las limitaciones de emisiones, contaminación etc. haciendo que los vehículos pasionales se vean cada vez más limitados. Ya hemos visto como casas de deportivos como Aston Martin han tenido que sacar coches como el Cygnet, para cumplir con las limitaciones de emisiones.

Ahí es donde entra en juego el eléctrico, un coche eléctrico es el coche perfecto para el uso diario, para andar por ciudad, ir al trabajo, al colegio a buscar los niños... incluso si aumentamos la autonomía servirían para viajar. Pero en el mundo de la deportividad yo personalmente creo que al motor de combustión le quedan años de dar guerra, a pesar de las nuevas categorías como la Formula E patrocinada por la FIA.

Al motor de combustión tal como lo conocemos le queda poco. El uso de combustibles fósiles es insostenible al nivel que lo estamos haciendo, incluso aunque lo redujéramos. El futuro del motor de combustión pasa por fuentes de energía renovable, como la biomasa, con las cuales podremos seguir disfrutando de quemar combustible pero sin los efectos nocivos del fósil.

Ford Focus Electric
El futuro ya está aquí, y viene cargado de electrones

Porque con las últimas noticias sobre lo cancerígeno de las partículas de los motores diésel, el uso de los motores de combustión se va a limitar más y más, sobretodo los que no sean capaces de utilizar biocombustibles con menores niveles de emisiones de partículas contaminantes.

¿Y si hacemos deportivos eléctricos?

Los deportivos eléctricos pueden ser extremadamente divertidos, como el Tesla Roadster nos ha demostrado, pero el todavía indecente sobrepeso que suponen las baterías seguirá limitando las prestaciones en circuito de un eléctrico.

El Tesla Roadster es más rápido en recta que su hermano térmico el Lotus Elise, pero en cuanto se acerquen curvas el menor peso del Elise hace que éste gane la partida, con una transferencia de masas más efectiva y una posibilidad de paso por curva mucho mejor.

Lotus Exige
El Lotus Elise/Exige es más rápido que el Tesla Roadster en paso por curva por su menor peso

También hemos visto recientemente como los híbridos se imponían en Le Mans, a pesar de ser diésel e híbrido (sobrepeso por todas partes), los R18 han conseguido ser más rápidos que los Toyota. Pero la hibridación no está a la orden del día todavía; para 2014 los F1 serán turbo y con paso por boxes 100% eléctrico. Esto supone un avance considerable en tecnología de electrificación para la competición pero, sigue sin ser suficiente.

Un Formula 1 eléctrico es como un autobús de gasolina, un sinsentido, al menos actualmente. Una carrera de F1 cubre una distancia de unos 300 km y dura aproximadamente dos horas. A día de hoy para conseguir esto con baterías necesitaríamos más peso extra de lo que pesa el coche actual.

Pero volvamos a los track day cars, los coches de ir al circuito, ¿quién no ha soñado con tener en su garaje un Caterham, Lotus, Artega, KTM, etc.? Creo que pocos, y uno de estos coches siendo eléctrico no tendría mucha razón de ser por las cuestiones de peso antes mencionadas, más el tema de que hacer punta-tacón en un eléctrico como que no... al menos por ahora.

KTM X-BOW
KTM X-BOW, el ejemplo perfecto de un track day car

El mundo eléctrico nos tiene mucho que dar en automoción, pero hemos de recordar que ninguna solución es única. Nos acercamos a un futuro donde las fuentes energéticas van a ser de lo más diversas, y su forma de ser utilizadas también. Un coche que funcione con bioetanol producido de desechos agrícolas puede ser perfectamente usable en el Nordschleife, pero como medio de transporte urbano no es muy eficiente.

Soy un ferviente defensor de la movilidad eléctrica, cada coche eléctrico que pruebo me gusta más, pero cuando de hacer el capullo se trata, nada puede compararse al estirón que un buen motor de ciclo Otto nos produce al acercarse a las 8.000 vueltas, puede que sea un dinosaurio, pero aun así creo que soy de la primera generación que disfrutará de los coches eléctricos como primer medio de transporte, con los térmicos como un viejo recuerdo del pasado.

Creo que cuando le hable a mis hijos, si algún día llegan, que cuando tenía 24 años soñaba con un Honda S2000 con un ineficiente motor de combustión, contaminante y ruidoso, posiblemente me dirán que estoy como una regadera, pero las tendencias humanas son así, y los sentimientos van de la mano de la irracionalidad.

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